Pekín, (EFE).- La policía de Laixi, provincia oriental china de Shandong, se quedó perpleja tras detener un camión que circulaba en sentido contrario y descubrir que al volante estaba sentada una niña de cinco años, informó el diario "China Daily".
Según el rotativo, la niña se puso al volante mientras su padre, que había dejado el motor en marcha, salía durante unos minutos para hacer unos recados.
El camión había empezado a rodar en sentido contrario cuando una patrulla de policía lo vio. Uno de los agentes escaló hasta la cabina del camión en marcha para accionar los frenos a tiempo y poder detenerlo.
Los accidentes de tráfico continúan siendo una de las principales causas de mortalidad no natural en China, donde el año pasado se registraron un total de 450 mil 254 accidentes de tráfico que se cobraron 98 mil 738 víctimas mortales, según datos del Ministerio de Seguridad Pública.