El pequeño fue operado por quinta ocasión en Málaga y ahora tiene "dedos" con los que puede realizar sus actividades cotidianas.
EFE
Málaga (España).- Un niño boliviano de 11 años ha logrado recuperar sus manos, que prácticamente había perdido con un año al caer sobre un fuego, gracias a cinco operaciones quirúrgicas realizadas en un hospital de la ciudad sureña de Málaga.
Según informa el diario "Málaga hoy", el accidente sufrido por Antonio Chuvé Poñé lo dejó imposibilitado para coger objetos, aunque podía escribir con mucho esfuerzo y hacer faenas en el campo para ayudar a sus padres.
Las complejas operaciones realizadas en el Hospital Clínico de Málaga bajo la coordinación del jefe de la Unidad de la Mano del centro, Miguel Cuadros, han sido un éxito y le han permitido recuperar mucha movilidad y algo parecido a unos dedos con los que juega con video-juegos y monta en bicicleta, según el periódico.
"Antes no podía agarrar el lápiz con la derecha, ahora sí", explicó el niño, que ya puede escribir con ambas manos y que hoy martes retornará a su pueblo, San Simón, próximo a la selva boliviana.
El rotativo malagueño señala que los médicos le han creado dedos, reconstruido tendones e injertado nervios, con lo que ha recuperado la posibilidad de asir cosas y parte de su sentido del tacto y de la capacidad cerebral de dar órdenes a sus extremidades superiores.
El niño ha estado ocho meses acogido por una pareja de médicos malagueños, un anestesista y una pediatra, que participan en una misión humanitaria en la que 20 médicos malagueños viajan cada año al altiplano boliviano para atender a enfermos con dolencias como hernias o apendicitis, algo simple en Europa y mortal allí.
Esta misión la organiza todos los veranos la Fundación Hombres Nuevos que dirige el obispo Nicolás Castellanos, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, con el jefe de Cirugía del Hospital Clínico de Málaga, Carlos Vara.
Esa fundación y Unicef le ofrecieron a Antonio ir a España a operarse para reconstruir sus manos en lo que era un reto para los mejores especialistas españoles y él "tenía un poco de miedo a la operación, pero confiaba en lo doctores".
