La prensa internacional hizo eco de los náufragos mexicanos que sobrevivieron en el océano Pacífico nueve meses; informan que eran cinco elementos los de la tripulación, de los cuales dos murieron a principios de año.
EFE
México.- La Cancillería mexicana confirmó hoy que en la pequeña embarcación tripulada por mexicanos que cruzó a la deriva el Pacífico sur iban cinco personas, dos de las cuales fallecieron en los más de nueve meses que duró la travesía.
El canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, explicó en rueda de prensa que los dos, aún sin identificar, murieron "probablemente" entre enero y febrero, por las duras condiciones de la travesía.
Los cuerpos fueron depositados en el mar por los tres sobrevivientes, rescatados el 9 de agosto cerca de las Islas Marshall, en el Pacífico sur, y tienen previsto llegar allí el próximo lunes 21, señaló el director de Asuntos Consulares de la cancillería, Miguel Gutiérrez, en la rueda de prensa con Derbez.
En estos momentos los tres supervivientes se encuentran a salvo en un barco atunero de bandera taiwanesa.
El funcionario indicó que tal información fue proporcionada por uno de los pescadores sobrevivientes, Jesús Eduardo Vidaña, a los diplomáticos mexicanos destacados en Nueva Zelanda, desde donde ejercen labores concurrentes para las Islas Marshall.
Vidaña comunicó a los diplomáticos que los fallecidos eran conocidos como "Juan David" y "El Farsero", aunque no dio más detalles sobre las identidades completas ni otras circunstancias del naufragio debido a su frágil condición de salud, añadió Gutiérrez.
Los otros dos tiburoneros sobrevivientes fueron identificados como Lucio Rendón y Salvador Ordóñez.
Un funcionario de la misión diplomática mexicana en Nueva Zelanda viajó a las Islas Marshall para ponerse al frente de las tareas de revisión médica, rehabilitación y repatriación de los tres sobrevivientes, dijo el canciller Derbez.
"El Gobierno de México hará todo cuanto pueda para dar atención y repatriar a estas personas", enfatizó el secretario de Relaciones Exteriores.
Derbez dijo desconocer si los pescadores se dedicaban a "alguna actividad ilícita", tal como especula un sector de la prensa, y señaló que, de momento, la obligación del Gobierno es salvaguardar la integridad de las personas, velar por su recuperación y propiciar su repatriación.
"En la medida en que podamos tener contacto físico con ellos y preguntarles por la situación en alta mar, podremos armar la historia y precisar lo que ha ocurrido", dijo.
Los tres pescadores habían salido en noviembre pasado desde el puerto de San Blas, en el occidental estado mexicano de Nayarit, pero, al parecer, el viento los arrastró mar adentro hasta llegar al Pacífico sur.
Vidaña desconoce incluso que durante su ausencia su esposa, Yuzmey García, que estaba embarazada cuando él partió, tuvo una niña que hoy tiene cuatro meses.
La esposa confía en poder guardar el hecho en secreto para darle una sorpresa a su esposo tras el largo y penoso viaje que duró más de nueve meses.
Los familiares de los tres, que estaban desesperados por su ausencia, esperan ahora ansiosos el retorno de los pescadores.
Se presume que las corrientes marinas trasladaron la embarcación de los pescadores durante varios meses hacia el oeste, lo que obligó al trío a alimentarse con peces que capturaban en la travesía y bebiendo agua de lluvia.
