Ahora faltará observar el impacto que tendrá a nivel de las campañas presidenciales y los efectos que traerá particularmente a Madrazo, ya que el aspirante priista sabía del tercer lugar que ocupa en las encuestas, pero confiaba en su maquinaria electoral para poder acceder al triunfo.
El último clavo al ataúd. El escándalo generado por la grabación telefónica hecha al gobernador de Puebla, Mario Marín y al industrial del ramo textil Kamel Nacif Borge, acerca del tramado para intimidar a la periodista Lydia Cacho Ribeiro, parece sepultar toda esperanza de Roberto Madrazo Pintado de llegar a la Presidencia de la República.
Me parece que todo está dicho por los medios sobre la calificación que se le debe de dar al diálogo sostenido entre el empresario y el gobernante, lo penoso -aunque no menos importante- es que el señor Marín se exprese de esa manera tan soez siendo él representante de la entidad poblana, su florido lenguaje sólo demuestra su precario nivel cultural, el contenido de la grabación que bien puede ser perverso
-esto sí es grave- y corrupto como lo señalan algunas fuentes, al permitir que un proceso judicial fuese manipulado de forma tan denigrante.
Lo único que queda por desear, es que de comprobarse la autenticidad de los interlocutores de la cinta, el mandatario poblano pague por ese acto realmente deleznable, aunque su defensa haya sido negar que sea su voz y que la conversación es un invento para golpearlo políticamente. Inclusive -y me parece increíble- el PRI ha cerrado filas en torno a su gobernador y en la Cámara de Diputados Federal se ha lanzado en su defensa, robusteciendo aún más la percepción generalizada de la corrupción intrínseca del partido. Empero habrá que esperar la comprobación técnica de la autenticidad de la conversación.
Sin embargo, el peor lastre que pesa sobre el candidato del tricolor es el de la corrupción, donde el caso Montiel era un verdadero dolor de cabeza para su estrategia, aunque el escándalo de los hijos de Marta Sahagún, los hermanos Bribiesca, embarraban al PAN y los videoescándalos de René Bejarano y Ponce hacían lo propio con el PRD, equilibraban las cosas de cierta manera; ahora lo de Marín simplemente fortalece esa percepción general de que el otrora partido de Estado, no ha podido escapar nunca de la endémica corrupción que priva en muchos de sus miembros.
Una fuente cercana a uno de los tres candidatos con posibilidades reales de triunfo,
-Felipe Calderón, el propio Roberto Madrazo y Andrés Manuel López Obrador-, me decía en diciembre pasado que contrario a muchos pronósticos que auguraban una cerrada competencia entre los tres, en realidad sólo dos llegarían a julio con posibilidades de triunfo y ese escenario para la mitad del mes de marzo podría irse dibujando.
De ser cierta esa teoría Madrazo se puede ir despidiendo de toda posibilidad de triunfo, porque el asunto de los encubridores de pederastas finalmente habrá de golpear su imagen y eso lo condenará seguramente a un tercer lugar del que ya no regresará, por ello quizá hoy sea la hora de decir: adiós Roberto.
eirazoqui @elsiglodetorreon.com.mx.
