En esta semana han ocurrido dos noticias que tienen una relevancia más allá de la que atañe a los afectados directamente: el aumento al transporte público y el aumento a la tortilla. ¿Por qué tomarse la molestia de hablar de estos temas cuando la noticia de hoy es el circo que se verá en la Cámara de Diputados cuando Vicente Fox intente presentar su último informe –gracias a Dios- de Gobierno? Simple y sencillamente porque es muchísimo más importante y de mayor trascendencia. Sendos aumentos afectan a miles de familias laguneras que tienen que cuidar cada peso de su gasto y los afecta en su vida diaria, en la vida de a deveras.
Las acciones desquiciantes que día a día comete Andrés Manuel López Obrador, deberían ser consideradas en su justa dimensión: “El Peje” es un ente político que está es su lucha, que ha afectado al Distrito Federal y que su irresponsabilidad es del tamaño de la falta de cultura civil en el país, ¿pero a los laguneros al final qué? A veces es una pena que los titulares de los medios sean siempre los estruendos y declaraciones vacías y mentirosas de la clase política y se descuide lo importante.
En nuestro país no hemos sido capaces de crear condiciones en las que todos tengan la oportunidad de acceder a condiciones de vida digna: ese es el problema verdadero, pero no hacemos nada de fondo para resolverlo.
Pero se suele darle vueltas y no atacar las realidades. La lucha mezquina del poder por el poder, aunado a la nula cultura de respeto a las leyes, dan rienda a la misma ley de la selva en lo económico y el pez grande se come al chico.
El resultado está a la vista; un país tremendamente desigual donde la pobreza extrema se nos restrega en el rostro y lo peor es que es parte ya de la vida y parece que nos hemos resignado a vivir así para siempre.
Habrá que ver si realmente el alcalde Pérez es capaz de llevar a buen puerto el ambiciosos plan de modernización, ya que con valor ha autorizado el aumento. Se da por descontado que las autoridades municipales pondrán toda su capacidad para lograr materializar el reiterativo plan de modernización y que hasta ahora ninguna Administración ha sido capaz de lograr. Ojalá que realmente se tenga un resultado satisfactorio, por lo pronto la economía de los más desfavorecidos se va a ver seriamente afectada con un aumento mucho mayor a los índices inflacionarios que son hoy un parámetro para todo, menos para el pago del pasaje urbano.
El acuerdo de los tortilleros en esta misma semana para aumentar un peso el techo sugerido del precio del kilo de tortilla parece una broma de muy mal gusto para miles de ciudadanos que en muy poco tiempo verán cómo su paupérrimo nivel de vida es duramente golpeado, empujándolos cada vez más a un escenario en donde no tengan ya qué perder y la armonía en la nuestra injusta estructura social sea cada vez más propicia para un tentativo estallido, máxime cuando vivales de la política -léase AMLO entre muchos más- aprovechan esas terribles circunstancias para medrar políticamente.
Golpes de la vida recibieron los menos afortunados económicamente, que son la enorme mayoría. Más vale a la sociedad en su conjunto comprender la gravedad de los aumentos del transporte y la tortilla para actuar en consecuencia y tomar las medidas necesarias que impidan que los pobres cada vez tengan menos y la brecha se siga alargando, so pena de sufrir un desgarramiento del tejido social de funestas consecuencias.
