ILLINOIS, CHICAGO
La mexicana indocumentada Elvira Arellano, quien se acuarteló en una iglesia de Chicago para evitar una orden de deportación a México, se declaró ayer optimista de que su caso se resolverá positivamente pronto.
?No me desespero, estoy tranquila... sigo optimista?, dijo la mexicana de 31 años desde el interior de la Iglesia Metodista Unida Adalberto, ubicada en el corazón del barrio puertorriqueño en Humboldt Park.
?Se va a resolver mi situación pronto, no sólo para mí, sino para millones de indocumentados?, confía. Arellano cree que su caso es en parte una represalia por su activismo político: ?Quieren cortarme las alas, callarme la boca?, sostiene.
Arellano debió presentarse el 15 de agosto ante las autoridades migratorias para cumplir su deportación a México, pero optó por refugiarse en la iglesia, donde recibe diariamente el apoyo de miles de feligreses y grupos comunitarios.
Aunque ha estado en Estados Unidos desde 1997, Arellano fue arrestada en 2002 laborando como trabajadora de limpieza del aeropuerto O?Hare de Chicago. A raíz de un padecimiento de su hijo Saúl, entonces de tres años, legisladores intercedieron para postergar la deportación.
Sin embargo, el menor, que es ciudadano estadounidense, recuperó la salud y los mismos legisladores decidieron no presentar una nueva iniciativa para aplazar la repatriación por cuarta ocasión. Saúl vive junto a su madre dentro del templo metodista.
Arellano dijo haber sido abandonada por los legisladores, incluido el senador demócrata de Illinois, Dick Durbin, un abierto partidario de la reforma migratoria integral.
?Nunca me dijeron que ya no iban a meter una nueva posposición... No tuve tiempo ni para poner mis cosas en orden,.. y es triste porque en un segundo te cambia la vida?, señala la mexicana que apoya una reforma migratoria integral.
Aunque la Oficina de Cumplimiento de Inmigración y Aduanas (ICE) la considera una fugitiva de la justicia; un portavoz señaló que no tiene planes de irrumpir en la iglesia para hacer cumplir la orden de deportación, aún cuando tendría facultad legal para ejecutarla.
Arellano reitera su optimismo de una salida positiva y hace un llamado a grupos civiles y religiosos ?a seguir luchando por la legalización justa para todos?. (Notimex)