El Siglo de Torreón
Guadalajara, Jal.- Los salones uno y dos del hotel donde se hospeda Joaquín Sabina, en Guadalajara, se hicieron uno para la rueda de prensa, sólo así los reporteros de México, Venezuela, España, El Salvador, Argentina, Perú y más, cabríamos. Puntual, más gordo que nunca pero invariablemente flaco, fue recibido por una tormenta de flashes que cayeron sobre su cara como granizo inesperado. De pronto el silencio expectante, se le debía dejar hablar.
?Buenas tardes, arrastro un gripe que me obliga a estar 24 horas callado después de esta rueda de prensa?; fue su primera intervención. Como esperando el disparo en una línea de salida, los reporteros aguardaron el momento de las preguntas. Una vez que el vecino de la Calle Melancolía recordó que superados los cinco años de estar callado llevaba ya 130 conciertos a cuestas en el último año, -y eso tiene consecuencias-, apuntó, dio el banderazo: ?ahora sí pregunten lo que quieran?.
Sobre Fito, Marcos, sus libros, sus malentendidos y bienentendidos.... ?siempre la relación entre Marcos y yo ha tenido malentendidos, pero si aparece un tipo enmascarado por ahí, yo le daré un abrazo emocionado?, dijo en referencia al subcomandante zapatista con quien ha tenido un intercambio epistolar en verso.
Quienes le hemos escuchado una y otra vez desde que nos dieron las diez y las once y la una y las dos, tampoco hemos podido despegar de nuestros oídos la voz de Olga Román acompañando a Sabina (?me lo dijeron mil veces, pero nunca quise poner atención, cuando vinieron los llantos, ya estabas muy dentro de mi corazón...?), pues que el compositor nos dio a conocer que entre todo lo que sucede en giras tan largas ocurre que nacen niños y resulta que la Román quedó embarazada ( ¡cuando la vimos cortar con su figura el aire de Durango nunca imaginaríamos ese estado!), ahora está ella en España, alejando el peligro que corría su embarazo y, en Guadalajara, el grupo estrena vocalista.
A algunos les sorprende que el concierto no incluya la mayoría de las canciones de Alivio de luto, el motivo: que la gira Ultramarino contiene 25 de las canciones que más le gustan al propio Sabina, un poco de rock al principio (Aves de paso...) un poco de acústica después (Siete crisantemos...) y termina, así lo dijo, josealfredenamente, mexicaneando (Noches de boda...).
Acepta lo que Chavela Vargas le ha dicho y muchos atestiguamos: ? ¡ay Joaquinito, ya se mexicanizó!?. Y se dice sorprendido que al llegar a México se entere que hay quienes quieren construir el muro de Berlín del siglo XXI, ? dan ganas de decir vamos todos juntos a tirarlo?. No escapó a su comentario el asesinato de Valentín Elizalde: ?hay demasiadas armas en el mundo, armas que le disparan a los cantantes a la salida de los palenques?. Y, así, México aún le es sorpresa continua, abundó: ?En San Lázaro los diputados del PAN cantaron Y nos dieron las diez, ¡ Dios mío, yo la hice para que la cantaran los mariachis!?.
Los motivos que tiene Sabina para cantar son muchos como tantos son los que tiene para escribir. Le pregunté para qué le sobraban más motivos, si para escribir o para cantar: ?Durante años- dijo- perdí las ganas de estar en los escenarios y tuve la suerte de recuperar mi primera vocación, la de escribir, sin cámaras ni luces delante... sí, he agradecido poder vivir la vida del escritor y no la del cantante, leo más que escuchar música (confesó que le gusta Julieta Venegas), me gusta estar en un rinconcito leyendo y escribiendo, es un placer que no he perdido jamás, porque la soledad con el libro es decisión personal, porque también... no hablo por teléfono, no sé conducir carros, soy un poco picapiedra...!Pedro!?- soltó una carcajada.
Andalucía es la región invitada de honor en esta edición de la FIL de Guadalajara, y Sabina es andaluz. Pues bien, sucede que allá hay una gran afición a los toros de la que él es voluntario feligrés; sobre los toros comentó: ? me gusta mucho la liturgia que se da entre un señor vestido de señorita y un toro que no se sabe el guión y puede causarte la muerte, me parece una cosa absolutamente emocionante, no me gusta que maten animales, pero hasta que se prohíban las corridas de toros, que terminarán prohibiéndolas, seguiré yendo todas las tardes, porque para mí las corridas son como una misa...?.
No pude menos que recordar la sentencia de Agustín Lara sellada con bronce en la puerta principal de la Plaza México: ?no cambio un trono por mi barrera de sol? o aquella de un capellán de plaza de toros que, ante una faena memorable, exclamó ? ¡Esto es liturgia, no chingaderas!?.
En fin, hubo de cumplirse la promesa inicial ( Sabina tenía que cerrar la boca, que por cierto era la de él, 24 horas) y, como si de un Pacto entre caballeros se tratara, terminó la rueda de prensa. Apagamos las cámaras, descolgamos las grabadoras, cerramos las libretas; Sabina se fue como un Ciudadano Cero... no sin antes sentenciar en un rara mezcla de súplica y confesión: ?no quiero ser un personaje para dejar se ser persona?.