EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Afectado de su salud y abrumado por la soledad, don Ramiro de 80 años subió su escalera de madera y ató un lazo a una viga, después colocó el otro extremo en su cuello y descendió. A la altura del tercer peldaño quedó inmóvil su pie izquierdo, su pierna derecha al aire y su mano izquierda todavía se sujetaba de la escalera que apuntaba al cielo.
Con la mueca lúgubre, el rostro casi cadavérico que resaltaba su maxilar superior, don Ramiro fue descubierto por ?Gigio?, joven de 32 años que padece retraso mental y era entenado del adulto mayor. ?Hay ta, hay ta?, gritaba ?Gigio? en la calle, finalmente un niño le hizo caso y al entrar a su casa encontró al hombre sin vida.
A un costado del parque Fundadores, sobre la avenida López Mateos, en la vieja finca marcada con el número 2085 poniente, casi esquina con la calle Sexta, de la colonia Nueva Rosita, se encontraba ahorcado en el patio de entrada, Ramiro Torres Luna, de 80 años.
Vestido con una chamarra café con interior de borrega, un pantalón de mezclilla azul, calcetines verdes y zapatos negros, don Ramiro se podía ver desde la puerta de su casa, ya que estaba en un patio frontal que comunicaba con dos cuartos que mostraban las paredes ya deterioradas.
Decenas de vecinos curiosos se aglomeraron en la calle y se aventaban para ver el inerte cuerpo de don Ramiro. Una señora prendió una veladora blanca casi a la entrada sobre una silla, con una cortina taparon la ventana sin cristales de la puerta metálica que se aseguraba con una cadena.
Paola López, vecina del lugar, fue identificada como la mujer que incondicionalmente ayudaba a don Ramiro y a ?Gigio? y siempre les llevaba un ?taco?. La mujer dijo que un día antes llevó al adulto a una farmacia que cobra 20 pesos por consulta. ?Tenía mucha fiebre, no le cedía y lo llevamos a la Cruz Roja?.
Los vecinos indicaron que don Ramiro tenía familia pero que no lo frecuentaban. Una mujer vestida de negro dijo que un día antes había saludado al señor. ?Estaba sentado en el solecito, recargado en el poste, luego le ayudaron a levantarse y se metió. Yo lo veía muy triste?.
Agentes de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) fueron los primeros en llegar luego de recibir el reporte a las 10:00 horas; expulsaron a los curiosos y resguardaron el lugar hasta que llegó el Ministerio Público para dar fe de la defunción.
A bordo de una patrulla de la Policía Ministerial llegó un hombre que se identificó como Raúl Torres Luna, de 70 años, de oficio árbitro de beisbol y que vive en la calle Eva Sámano sin número de la misa colonia Nueva Rosita.
El sujeto dijo que su hermano ?estaba mal de la cabeza? desde hace 20 años, aseguró que lo frecuentaban y que antes se dedicaba a vender fruta en un triciclo. Raúl fue el responsable de identificar judicialmente el cuerpo.
?¿Por qué se murió mamá?, dijo un jovencito. ?Tú no sabes lo que se siente estar enfermo y solo, cuando uno se hace viejo la familia lo deja, así son los hijos, si supiera uno mejor no los tenía, respondió la mujer vestida de negro.
