POR ROCÍO RODRÍGUEZ
EL SIGLO DE TORREÓN
En el marco de una espléndida velada, tuvo verificativo el viernes pasado la inauguración del Museo Arocena, que lució concurrido de apreciables laguneros e invitados que vinieron especialmente desde la Ciudad de México.
Poco antes de las 8:00 de la noche arribaron los invitados, los que fueron guiados hasta sus respectivas mesas vestidas con mantelería en color ivory y decoradas con un bouquette de rosas rojas en el centro.
El evento se llevó a cabo en la Plaza Peñoles, que recibe a los visitantes al museo por la calle Cepeda, en donde llegaron a reunirse numerosos asistentes, los que después de haber escuchado las palabras del fundador del proyecto, don Eneko Belausteguigoitia Arocena y de José Pinto Mazal, vicepresidente de la Fundación Arocena, se dispusieron a realizar el primer recorrido por las salas de este recinto.
Suculentos bocadillos se ofrecieron en lo que fue una mesa de bufete, que deleitaron el paladar de los asistentes, al mismo tiempo que circularon finos vinos en medio de amena plática, centrada obviamente en la grandeza del museo y la invaluable colección de arte que ahí se exhibirá a partir de hoy para todo el público lagunero.