EL MAÍZ Y EL TRIGO EN MÉXICO
México exporta maíz y trigo a diversos países de tres continentes, donde son apreciados por su alta calidad.
De mayo a octubre de este año, se exportaron más de 354 mil toneladas de maíz blanco, trigo cristalino y sémola para elaboración de pastas a países de África, Centroamérica, Europa y Sudamérica.
Además se han exportado más de 115 mil toneladas de maíz blanco de Sinaloa a Colombia, Guatemala, Kenia, Mozambique, El Salvador y Sudáfrica, más aun se tiene considerada la exportación de hasta 500 mil toneladas del grano si el mercado internacional así lo demanda.
De trigo cristalino y sémola se han exportado 239 mil toneladas a países de África, Europa y Sudamérica, cabe señalar que este grano procede de la cosecha otoño-invierno de los estados de Baja California y Sonora.
Cabe destacar que naciones con gran tradición en el consumo de pasta, como Italia, consumen sus platillos típicos elaborados con cereal mexicano.
Así, productores y autoridades esperan el envío de hasta 585 mil 500 toneladas de trigo cristalino, 313 mil 400 provendrían de Baja California y San Luis Río Colorado, Sonora, y 272 mil del sur de Sonora.
Los países que han recibido el trigo de Sonora son: Argelia, 76 mil 912 toneladas y Perú, 25 mil 984 toneladas; el trigo de Baja California fue enviado a los mercados de Italia, 79 mil 941 toneladas, y a diversos países de África, con 55 mil 923 toneladas.
El marco normativo jurídico que es la base para este tipo de eventos, lo es desde luego la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el Artículo 27 fracción XX. Las leyes reglamentarias, lo son la Ley Agraria, la Ley de Desarrollo Rural Sustentable, Ley de Procampo. Para los efectos de calidad de los productos vegetales, se encuentra la Ley de Sanidad Vegetal, así como las Normas Oficiales Mexicanas referidas según el producto, que en el presente caso se trata de granos, específicamente maíz y trigo.
Para las amas de casa y para toda persona que pretenda usar el maíz y trasformarlo en exquisitos platillos, puede darse cuenta de lo siguiente:
MAZORCAS, se dividen en:
· TIERNA (elote) que se puede utilizar:
ENTERA.- asado o cocido. variadamente condimentada .
REBANADA.- sopas, moles, guisos, etc.
EN GRANO.- pueden ser enteros para (sopas, pozoles, guisos, ensaladas. etc. o puede ser molidos o desmenuzados para (tamales, atoles, pasteles, sopas, postres, etc.).
· SECA O DESGRANADA.- su empleo puede ser:
TOSTADA Y MOLIDA.- para (pinoles, atoles, galletas).
NIXTAMALIZADA Y MOLIDA.- para tortillas, antojitos de tortilla (tacos, enchiladas, chilaquiles, etc.). También para Antojitos de masa (chalupas, gorditas, tlacoyos, sopes, etc.) para tamales, pozole y otras bebidas para espesar atoles, salsas, etc.
NIXTAMALIZADA SIN MOLES.- para menudos, pozoles, sopas etc.
MOLIDA.- harina de maíz (maicena)
Palomitas.
Maíz y trigo son dos grandes industrias del México moderno. Las técnicas más desarrolladas se emplean en un cultivo y los sucesivos tratamientos y elaboración de productos y subproductos. En el alma colectiva del pueblo, sin embargo, ocupan lugares muy diferentes. El maíz y sus derivados culinarios (tortillas, tamales, antojitos, atoles, etc.) son, hoy como ayer, el alimento básico, el don de los dioses mayas y aztecas, el símbolo de lo autóctono.
El trigo y sus derivados, a pesar de su amplísimo consumo, se sienten como menos venerables, menos esenciales. El hecho de que es más fácil preparar dulces y postres con harina de trigo que con la de maíz contribuye a la asociación mental entre trigo y fiesta, pan y celebración.
En la psicología campesina y popular el pan es un pequeño lujo, es la "comida del Señor" y el pan dulce es consuelo, premio, alegría, ofrenda al difunto, golosina conmemorativa.
En el dualismo psicológico del mexicano, que reconoce y valora sus raíces raciales y culturales, la panadería, llena de dulzor y esplendor, con sus innumerables formas de panes de orígenes europeos o creados por el talento criollo, se asocia con el boato, el orgullo y la ambición de los conquistadores.
La tortillería humilde pero indispensable, donde el rítmico ruido de la máquina sirve de fondo para el comentario y el comadreo, es símbolo de una civilización sometida pero indestructible.