?En el trineo de Schopenhauer? nos muestra a la exitosa prosista francesa, Yasmina Resa interesada en la corriente del pensamiento como una forma de tragedia que va mutando a lo burlesco, con un trío de protagonistas siempre castigados.
Yasmina Reza, es heredera popular de una tendencia derivada de Sartre, Camus, Beckett, quienes reinterpretaron los textos centrales en el debate acerca de las ideas de existir y pensar, produciendo obras que, como punto de partida, exponen el absurdo de la condición humana, la exacerbación de la conciencia individual, los límites en las posibilidades del lenguaje. Los personajes de esos autores reflejan el abandono, la alienación, la angustia de vivir. Claro que la comparación de Reza con estos creadores, practicada por determinada crítica bastante entusiasta y alegre, llega apenas hasta aquí. Los dramas y narraciones de la exitosa prosista francesa son, cuando mucho, comedias de maneras, si es que no descienden a la adaptación de experimentos idiomáticos ya agotados en la primera mitad del siglo XX.
Los buenos momentos del breve tomo se generan gracias a la tensión que se desprende del acto de imaginar y la subsecuente tarea de hacer lo que sea, aunque nunca sepamos si estos seres son capaces de efectuar hechos concretos, desarrollar una mínima actividad. En el relato, toda meditación resulta aburridora, inválida, innecesaria. En última instancia, los actores adquieren sus rasgos propios debido a los extraños hábitos, a las profundas incomodidades de sus cuerpos. Sus picazones, sus malestares, los efluvios de sus organismos nos indican que están despiertos.
?En el trineo...? consta de ocho capítulos, presentados a la manera de cartas: ?Nadine Chipman a Serge Othon Weil?, ?Ariel Chipman a la Psiquiatra?, etc. Sin embargo, se trata de monólogos interiores, transcritos según la técnica de este trillado recurso, con vacilaciones, relámpagos líricos, manías verbales correspondientes a los partícipes en este teatro de las emociones. Reza no aporta ningún ángulo nuevo a esta fórmula tan explotada y los soliloquios que componen la historia aparecen como versiones domesticadas de una técnica que debería ser todo lo contrario, es decir, exigente, dirigida a un público con disposición analítica. Por eso, el ralo argumento se sigue con rapidez y deja gusto a cosas archiconocidas.
Durante la primera intervención, Nadine manifiesta el hondo desagrado que siente hacia su marido por su mala educación. Después de muchos años de convivencia, Ariel pela con las manos las naranjas, haciendo ruido al poner los codos en la mesa o cometiendo otras atrocidades semejantes. Y esto es el preludio a algo peor. Chipman es especialista en Spinoza; Nadine, por su parte, aborrece hasta la mención de su nombre, aunque no haya leído una línea suya. Con todo, cae en la desesperación, mezclada con una furia irrefrenable, al verificar que Ariel ha perdido interés en el filósofo. Al promediar la trama, nos informamos que él ha caído en una grave depresión y ahora navega por las turbulentas aguas de Schopenhauer. Como se sabe, esto es muy, muy peligroso. Además, debe soportar a Glen Vervorsch, un latoso profesional obsesionado con marcas de autos y recuerda, de tanto en tanto, a Roger Cohen, tapicero judío recluido en una clínica por causa del Mal de Alzheimer. Cuando Serge Weil entra en escena, diserta en torno a las industrias galas que son las número uno del mundo en su sector: fábricas de banderas, de globos estratosféricos, de fichas para el casino, de grúas equilibradas, gracias a las cuales la gente del Tercer Mundo va a tener trabajo (y a lo mejor leerá a Balzac). La terapeuta de Ariel, en un discurso final dirigido a los tres, cuenta: ?Yo caminaba por una acera, más bien estrecha, delante de mí una mujer avanzaba con dificultad. Lentamente, un poco zigzagueante, de forma que me resultaba imposible adelantarla?. Se trata de una voluminosa anciana con bolsas, que tiene derecho a andar por las calles, mas no a invadir el espacio de los otros ni a inspirar piedad o compasión. ?En el trineo...?... termina con la iracunda doctora proclamando la salvación en la frivolidad y el lector sin saber qué opinar sobre este curioso libro.
Nota biográfica: Yasmina Reza: Hija de padre y madre judíos, nació en París en 1959. Es autora de varias obras teatrales: Conversation Après un Enterrement, L?homme du Hasard, La Traversée de I?hiver y Arte, esta última premiada en París, Londres, Berlín y Nueva York. Después del libro de relatos Hammerklavier, debutó como novelista con Una Desolación.
Ficha:
?En el trineo de Schopenhauer?: Yasmina Reza.
Anagrama, Barcelona, 2006, 82 páginas.
