ASOCIACIÓN DE PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL DE LA LAGUNA, A. C.
CAPÍTULO INTERESTATAL COAHUILA-DURANGO DE LA
ASOCIACIÓN PSIQUIÁTRICA MEXICANA
(VIGÉSIMA SÉPTIMA PARTE)
Además de este tipo de sesiones en las que los padres son entrevistados para proporcionar la información necesaria sobre la vida del paciente desde su embarazo hasta el presente, así como la historia matrimonial de ellos, o del tipo de ambiente familiar en el que han vivido todos esos años, a la vez que de los antecedentes de las familias de cada cónyuge, tal información es complementada por la que ha proporcionado el niño o la niña en las sesiones en el cuarto de juego. Dicha información como se mencionó antes, puede ser el resultado de las conversaciones del paciente cuando éste o ésta sean lo suficientemente verbales, o puede ser igualmente a través de sus actitudes durante el uso que hacen de los juguetes, así como de sus producciones en general en el cuarto de juego, o de ambos métodos. Finalmente, siempre puede ser una magnífica opción, a pesar de que desgraciadamente no en todos los casos se lleva a cabo, el llevar a cabo una sesión familiar, en la que se pueda reunir a los padres, al o a la paciente, junto con los demás hermanos o hermanas, e inclusive con los demás miembros de la familia que vivan en el mismo hogar. La riqueza de una sesión así, es fantástica, ya que bajo esas circunstancias, en las que se mezclan los métodos verbales con los de juego para lograr la información necesaria, el terapeuta experimentado logra obtener una información sumamente rica en cuanto a la dinámica de la familia, la forma y estilo en que se relacionan y se comunican unos con otros, así como su interacción en general. Se trata de una labor mucho muy desgastante y difícil para éste, ya que tiene que poner a prueba sus conocimientos, su experiencia, y sobre todo sus habilidades de observación, de comprensión y de interpretación de todo aquello que está sucediendo a su alrededor, en el seno mismo de la familia. Existen algunos profesionales que inclusive acuden al hogar de la familia para llevar a cabo este tipo de sesiones, lo cual puede ser definitivamente mucho más natural y espontáneo, al estar presentes en el ambiente mismo de la familia, pero a la vez es más complicado y difícil debido al traslado, al hecho de reunir a todos los miembros en el mismo momento, así como al mayor tiempo y esfuerzo tiempo que significa una reunión de tal tipo.
Al final de todas estas sesiones, el terapeuta se encontrará con una enorme montaña de información, información que definitivamente no ha sido producida en el orden que se requiere para comprenderla mejor, sino que según cada sesión, se han obtenido fragmentos de diferentes aspectos de diferentes etapas en la vida del paciente y de la familia. Es casi como tener en las manos una gran cantidad de piezas de un gigantesco rompecabezas, que el terapeuta tiene que armar, poner en orden y obtener una imagen más clara y nítida tanto de su paciente, como de la familia y del ambiente en que se han desarrollado todos ellos. Es una tarea bastante compleja, que lleva muchas horas fuera de la oficina para llevarla a cabo, en un tiempo extra que ocupa el terapeuta, dedicado a eso exclusivamente sin ver a la familia o al paciente. Para ello, se necesita mucha concentración y paciencia, pero especialmente las habilidades y los conocimientos aprendidos durante el entrenamiento como psicólogo o psiquiatra infantil, así como la experiencia a través de los años de trabajo, lo que determina el hecho de que muy pocos de los llamados ?terapeutas? estén capacitados para llevarlo a cabo, y por lo mismo, se limiten a ver al niño o a la niña, que literalmente si es una forma de verlos en el cuarto de juego para entretenerlos, sin necesariamente llevar a cabo todo ese trabajo mencionado.
El poder resumir, ordenar e integrar el total de información obtenida, tiene una serie de objetivos básicos; en primer lugar llegar a un mejor conocimiento y comprensión tanto del paciente, como de su familia, así como del ambiente en el que se han desarrollado, y la forma en que han influido en ellos los aspectos socioculturales correspondientes, de forma que se les pueda ayudar a corregir ciertos elementos que facilitan el que se prolonguen situaciones patológicas dentro de la familia o de su ambiente. Un segundo objetivo no menos importante, es el de lograr llegar al diagnóstico acertado del o de los padecimientos que le afectan para reconocerlos abiertamente. Finalmente, y gracias a los objetivos anteriores, el tercer objetivo consistiría en recomendar una serie de medidas adecuadas y específicas de tratamiento para buscar erradicar el o los trastornos que presenta. El haber efectuado un estudio tan concienzudo como el que se ha planteado anteriormente, ayuda por lo mismo a que tales medidas de tratamiento sean de tipo más adecuado y acertado a las necesidades específicas de ese paciente y de esa familia, si consideramos que son únicos en el mundo, ya que a pesar de que existen otros individuos que presentan trastornos semejantes, no hay nadie en el mundo como este niño o esta niña y su familia. Eso es precisamente lo que les da esa cualidad de ser únicos, que nosotros como terapeutas tenemos que tomar en cuenta para mejor ayudarlos (Continuará).