ASOCIACIÓN DE PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL DE LA LAGUNA A. C. (PSILAC)
CAPÍTULO INTERESTATAL COAHUILA-DURANGO DE LA ASOCIACIÓN PSIQUIÁTRICA MEXICANA
(Centésima segunda parte)
La pasión por la posesión del dinero, nos lleva directamente a conectarnos con las muy diferentes formas en las que éste se puede obtener en nuestro mundo. En primer lugar, podríamos considerar la presencia de los métodos usuales, conservadores, rutinarios, legales, aceptados y aceptables a los que estamos acostumbrados, como son las diversas formas de trabajo físico, sea en el campo o en la ciudad, así como el artesanal, el técnico, el doméstico, el profesional, el burocrático, el religioso, el empresarial, el que se lleva a cabo en el comercio, en las oficinas, en los negocios y en las transacciones cotidianas; asimismo, el trabajo intelectual y educativo que se realiza en todas estas áreas, pero también en las aulas de escuelas, colegios y universidades, ya sea por los estudiantes o por los maestros; el trabajo creativo de los artistas en cualquiera de las ramas del arte correspondientes, el trabajo de los científicos, de los investigadores y de los exploradores en tantas y tan diversas áreas; el trabajo que puede ser provisional o temporal en contraste con el permanente y a largo plazo. Pero existen además otros métodos menos ortodoxos y más liberales de ganar dinero, rutinarios también hasta cierto punto puesto que forman parte del escenario cotidiano de una ciudad, como sucede con el hecho de pedir limosna, del lavado o el cuidado de los autos en la calle o en los espacios para estacionarse, el pintarse la cara, ponerse una peluca y hacer malabarismos en un crucero, al igual que el lanzar llamaradas por la boca como si se tratara de un dragón, también como parte de los shows que se multiplican diariamente en los cruceros de la región, incluyendo el caminar las calles y ofrecerse sexualmente, y que nuevamente representan esa variedad de intentos para la búsqueda de las monedas y la supervivencia. Finalmente, podríamos añadir una tercera rama de las actividades que se han inventado para ganar dinero, una en la que los métodos utilizados de ninguna manera podrían ser clasificados como ortodoxos ni conservadores, sino sumamente liberales, al grado tal de mantenerse fuera del orden, lo que definitivamente los convierte en ilegales y prohibidos. En esta categoría, se incluirían naturalmente toda clase de robos, asaltos, secuestros y fraudes sea en poblado o en despoblado, a mano armada o con la sonrisa en los labios, como sucede en las ventanillas burocráticas o aún en los casos de aquellas empresas que gustan de etiquetarse a sí mismas como ?socialmente responsables?. La venta ilegal del alcohol y del tabaco, el suministro y la distribución de drogas en menor o mayor escala, el juego y las apuestas no controladas, los bonos y gratificaciones especiales que no requieren realmente de un gran esfuerzo o de trabajo alguno, los otros estilos de ?mordidas? y demás maquinaciones estratégicas, a veces sumamente ingeniosas y otras extremadamente burdas y simplonas que forman parte todas ellas de las redes y de los engranajes maquiavélicos de nuestro sistema tradicional de corrupción, que entrarían también en esta tercer categoría.
?Ganar el pan con el sudor de la frente?, es sin lugar a dudas uno de los slogans bíblicos más populares, uno que escuchamos y aprendemos desde niños, y que señala esa verdad incondicional mediante la cual llegamos a darnos cuenta que de una u otra forma, todos debemos trabajar para sobrevivir en este planeta. Igualmente, nos percatamos que para lograr las metas que en un momento dado nos hayamos trazado, se requiere del trabajo, de la disciplina y del esfuerzo que estemos dispuestos a invertir. Así pues, al hablar del trabajo, se puede tomar en cuenta esa sencilla clasificación, en la que se ha tratado de incluir diferentes formas de trabajo, o métodos para obtener dinero. Algunas requieren de un mayor o menor esfuerzo, sin que eso necesariamente implique el que la compensación económica sea equitativa y vaya de acuerdo al mismo. Sin embargo, hay un punto que es importante señalar y que tiene que ver con el hecho de que no siempre es el dinero el objetivo que mueve a una persona a trabajar, sino que pueden existir una variedad de razones. Ahí es precisamente donde llegamos a encontrar a quienes lo hacen por pasión, incondicionalmente, sin interrupciones, constante y desenfrenadamente, sin treguas ni descanso, sin importar el tipo de actividad al que se dediquen y que hayan escogido, en la que definitivamente vierten todas sus capacidades y energía, como si fuera lo único y lo último que tienen como misión en la vida. Seguramente que se trata de personas que día tras día, o inclusive noche tras noche, no sólo sudan para ganar el pan, sino que se empapan la frente para hacerlo, y no necesariamente por el hecho de ganar el pan o de obtener la recompensa económica, sino simple y sencillamente por el acto de trabajar en sí, y por esa pasión incontrolable que los empuja. Al contrario de nuestros congéneres cuya pasión es el dinero por el dinero mismo, a veces sin importar los medios y la forma en que lo logran, porque su vida está dirigida muy específicamente hacia la acumulación del mismo, este otro grupo de personas vive casi exclusivamente para trabajar, y por lo tanto, dedican su persona y energía totalmente al trabajo como la razón principal y única de su existencia. En inglés los han llamado ?workoholics?, como una alusión y comparación con el término de alcohólicos, en el sentido de no sólo proyectar una gran pasión, sino también de considerarlo como una adicción importante, que los lleva a trabajar de tal forma. Es así como dejan a un lado todo lo demás, incluyendo pareja, hijos, familia, diversiones, entretenimiento y hasta descanso, lo que a la larga naturalmente les llevará a un lógico desgaste físico y emocional importante. (Continuará).
