ASOCIACION DE PSIQUIATRIA Y SALUD MENTAL DE LA LAGUNA, A. C.
(PSILAC).
CAPITULO INTERESTATAL COAHUILA-DURANGO DE LA
ASOCIACION PSIQUIATRICA MEXICANA
(ANIVERSARIO Y ÚLTIMA PARTE)
En algún momento y en algún espacio, todo puente alcanza la otra orilla para llegar al final de su destino, sin importar su longitud ni el tiempo que nos lleve recorrerlo. Ésa es la realidad que opera para todos los puentes que debemos cruzar a lo largo de nuestra existencia, lo mismo en el caso de los concretos que de los abstractos. Poco a poco lo vamos aprendiendo, de manera que en el fondo lo sabemos desde el momento mismo en que tomamos la decisión, iniciamos la marcha, enfrentamos el puente, lo cruzamos y nos dirigimos en cualquier dirección. Es así entonces, como igualmente nuestra travesía por los puentes de San Francisco y todos los demás puentes emocionales o imaginarios que se han recorrido durante este largo período de tiempo, al cabo de tantas semanas, llega a su etapa final para depositarnos en la otra orilla. Una vez ahí, nos encontraremos ante nuevas encrucijadas y nuevos puentes a cruzar y recorrer, que nos ofrecerán múltiples opciones hacia otras muy diversas y variadas direcciones.
Como siempre ocurre, el tiempo se ha desvanecido vertiginosamente y lo que se inició como un relato planeado para unas cuantas columnas, se convirtió en un viaje completo de muchos meses. En él se entremezclaron toda clase de ideas, imágenes y reflexiones, no sólo en lo relativo a la ciudad de San Francisco en California, sino también respecto a muchos de los aspectos importantes que sobre psiquiatría se presentaron en el congreso mencionado, y que podían ser de interés para los lectores que siguen esta columna dominical. Igualmente, se abordó como un tema especial el manejo que los seres humanos le damos a nuestras diversas pasiones, como un capítulo tan fundamental de nuestras estructuras psíquicas, de nuestro temperamento y personalidad, que por lo mismo llegan a colorear nuestras vivencias y experiencias en una forma total, lo que naturalmente se refleja en todos los aspectos de nuestra salud mental.
A pesar de lo prolongado de este trayecto, espero que el compartirlo, haya sido tan provechoso para todos, como lo ha sido para mí. Espero asimismo, que haya estimulado conversaciones y diálogos interiores para cada uno, con reflexiones y conclusiones válidas e importantes para todos aquéllos que pacientemente me han acompañado durante ciertos trechos o inclusive a lo largo de todo este trayecto. Diálogos, reflexiones y conclusiones que deseo los hayan orientado consecuentemente a dirigirse hacia acciones y direcciones importantes en el cruzar y recorrer de sus propios puentes personales. Nuestra Salud Mental como columna semanal, no tiene como objetivo exclusivo el describir todas las diferentes enfermedades emocionales que nos acechan, que existen como un riesgo para nuestra salud y que por lo mismo nos preocupan, aún a pesar de que todavía no tengamos todas las bases suficientes para conocerlas muy a fondo. No es solamente el hablar de sus síntomas y sus secuelas, de cómo diagnosticarlas o de que métodos de tratamiento tenemos a nuestra disposición en la actualidad. Existen muchos otros temas tan básicos e interesantes como los anteriores, que tienen que ver con nuestro desarrollo como seres humanos, tanto en lo que respecta a los aspectos biológicos, como psicológicos y socioculturales; o que se relacionan con nuestras interacciones con otros seres humanos desde que nacemos en el interior de una familia, a la que buscamos integrarnos en compañía de nuestros padres, hermanos, y demás familiares más cercanos o lejanos. Temas que describen nuestros estilos de vida, nuestras aventuras y movimientos dirigidos hacia la separación de nuestras familias, a la interacción con otros seres humanos de familias y círculos diversos, que nos lleva al encuentro y unión con nuestra pareja, para así formar una nueva familia, si ésa es nuestra decisión y compromiso, en esa eterna búsqueda de nosotros mismos y de una identidad móvil y cambiante. Temas que tratan sobre las múltiples influencias a las que constantemente estamos expuestos, lo mismo por parte de la naturaleza, que del ambiente en que vivimos, llámese sociedad, cultura, grupo étnico, tribu, país, nación, continente o planeta, de donde proviene nuestra educación, nuestro lenguaje y forma de expresarnos, nuestras costumbres y patrones, nuestra imágenes e ideas, nuestras dudas y cuestionamientos, nuestros planteamientos políticos y religiosos, y hasta nuestras fantasías más recónditas. Como entes biológicos, psicológicos y socioculturales, somos el producto de todas estas influencias, a las que naturalmente se añaden las que dependen del momento histórico en el que vivimos, así como del impactante bombardeo de los medios masivos de comunicación, que consciente o inconscientemente nos han convertido paulatinamente en sujetos dependientes de ellos, controlados y en ocasiones hasta esclavizados.
El pasado mes de marzo, durante los últimos kilómetros del recorrido por los puentes de San Francisco, Nuestra Salud Mental cumplió doce años de aparecer semanalmente como una columna en la sección de Sociales de El Siglo de Torreón, que amablemente ha sido nuestra anfitriona durante todos estos años. Es un honor y un orgullo, no solamente haber sido capaces de cruzar los puentes de San Francisco, sino sobre todo, de cruzar muchos otros puentes sobre esta desértica laguna a la que pertenecemos y en la que hemos construido nuestros nidos y nuestros puentes. Gracias a todos quienes nos han acompañado en el recorrido. Seguiremos adelante en la búsqueda de nuevos puentes que ayuden a fortificar nuestra salud mental a través de la difusión de información importante, y con la esperanza de cumplir muchos años más. Saludos.