Ante la tragedia que sacude hoy a los coahuilenses y en especial a los habitantes de San Juan de Sabinas, por la explosión registrada hace cinco días en la mina Pasta de Conchos, en la que están atrapados sesenta y cinco mineros, es necesario que las autoridades sean más severas al momento de realizar las auditorías de seguridad.
Es indispensable que las empresas, sobre todo las que operan con altos riesgos de trabajo, mejoren las medidas para garantizar la integridad de los trabajadores que día a día arriesgan su vida al realizar esas tareas tan peligrosas.
El mismo día del accidente en la mina, los carboneros tenían pensado interrumpir sus actividades en señal de protesta por las condiciones de inseguridad que prevalecían en el lugar.
Hervey Flores, uno de los sobrevivientes de la tragedia, dijo que en repetidas ocasiones los trabajadores reportaron una larga lista de puntos inseguros detectados en el interior de la mina, pero ni la empresa ni el sindicato hicieron algo.
Por su parte, el obispo de Saltillo, Raúl Vera López, hizo un llamado a las autoridades y a los empresarios: “es necesario que la persona misma, la vida y la dignidad del minero, estén por encima de cualquier factor económico”.
También, Humberto Moreira Valdés, gobernador de Coahuila, advirtió que la reacción de su Gobierno será enérgica e irá en contra de las condiciones de inseguridad en que se desarrollan los carboneros coahuilenses.
Es por eso que los gobiernos tanto Federal como Estatal, incluso los municipales, deben poner atención de manera urgente a las medidas de seguridad en todas las empresas desde las mineras hasta los centros de entretenimiento, como centros de baile o cinemas y no esperar a que haya una catástrofe para empezar a revisar las medidas de seguridad.
¿Por qué las autoridades tienen que esperar a que se pierdan vidas para aplicar medidas severas, cuando se puede evitar la tragedia?
