Artistas e intelectuales han manifestado su apoyo al Gran Boicot Americano a realizarse el primero de mayo. Los organizadores prevén que las manifestaciones superarán las históricas cifras conseguidas el mes pasado, donde miles de personas tomaron las calles de Estados Unidos para elegir una Ley migratoria justa.
En la marcha celebrada el 25 de marzo el Departamento de Policía de Los Ángeles reportó la participación de medio millón de manifestantes. La respuesta que ha tenido la convocatoria ha sido sorprendente, ya que incluso algunos empresarios anunciaron que cerrarían sus negocios a fin de permitir que sus empleados participen en las marchas. Incluso la más grande empresa de costura en Los Ángeles, American Apparel, informó que pondría autobuses para llevar a sus trabajadores a marchar. La compañía cervecera Miller ofreció que los trabajadores que deseen participar en las movilizaciones podrán faltar y no tendrán ninguna represalia ni descuento del día que, a diferencia de otros países, sí es laborable.
Sin embargo, algunas organizaciones extremistas han reaccionado de manera violenta a las movilizaciones anunciadas por los inmigrantes. De esta forma grupos como el de Guardianes de la Frontera o el Movimiento Nacional Socialista, de corte nazi, han desplegado una campaña propagandística para impedir que los hispanos se manifiesten masivamente el próximo lunes primero de mayo. Llamando incluso a la violencia física en contra de cualquier persona que sea o parezca indocumentado.
Por este motivo es importante que las autoridades norteamericanas impidan la aparición de la violencia, porque finalmente la marcha del próximo lunes es la expresión clara y libre de voces que quieren trabajar y hacerlo en paz.
