Son ya cuatro los estudios que diferentes Administraciones de Torreón han realizado sobre la problemática del transporte. En ellos se ha invertido más de seis millones de pesos, sin embargo, la prometida modernización no llega.
Diariamente los ciudadanos deben sufrir los malos tratos de los choferes, el pésimo servicio y la inseguridad de viajar en unidades en mal estado. Esto no ha sido obstáculo para que los transportistas reclamen un aumento a la tarifa a cada nuevo presidente municipal que llega. En algunas ocasiones logran su objetivo, comprometiéndose a mejorar el servicio, lo cual nunca sucede.
Especialistas franceses, colombianos, regiomontanos y poblanos, han venido a la ciudad para analizar las condiciones del transporte público, el primer estudio se hizo en la Administración de Carlos Román Cepeda hace más de diez años. El problema es añejo y la solución se ve lejana.
Como todos los alcaldes, José Ángel Pérez, ha afirmado que la modernización ahora sí será una realidad. Pero más allá de las promesas, ¿qué garantías tienen los usuarios para creer en las palabras del presidente municipal? La excusa más recurrente de los antecesores a José Ángel Pérez, fue que les faltó tiempo para negociar con los transportistas. Hoy el alcalde panista tendrá una gestión de cuatro años, la falta de tiempo no puede ser excusa.
Con Guillermo Anaya, fallaron los operadores políticos para concretar el programa Trans-Siglo, que sin duda ha sido el estudio más completo, hoy José Ángel Pérez, está obligado a cumplir una promesa de campaña que fue la modernización del transporte. Para lograr el objetivo debe ser hábil en las negociaciones y no temer al costo político. Torreón crece y merece un mejor transporte.
