Inició ya -por fin- la recta final del prolongado proceso político electoral para renovar los poderes Ejecutivo y Legislativo federales y por ello, el presidente Fox llama a los mexicanos a asumir esta etapa como una fiesta democrática, con sentido cívico y responsabilidad. Expresa además, su confianza en que resulte muy exitosa, ya que el país “cuenta con instituciones fuertes y sólidas, como el Instituto Federal Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación”. Tal vez lo único realmente importante y novedoso de lo que fue el primer día después de la tregua navideña, es que conocemos las declaraciones patrimoniales de dos de los aspirantes: el priista Roberto Madrazo y el panista Felipe Calderón.
Por el lado tricolor, el candidato de la Alianza por México (PRI-PVEM), Roberto Madrazo, afirma que tiene un patrimonio de 29 millones 398 mil 668 pesos que incluye once bienes inmuebles, tres vehículos y centenarios que le fueron donados; y para mayores detalles, su casa en Tlalpan fue adquirida entre 1978 y 1981 en mil 783 pesos actuales y tiene una superficie construida de mil 300 metros cuadrados y que su menaje de casa equivale a 475 mil pesos, o sea mucho menos que el valor de uno de sus vehículos, un Porsche Cayene con un valor de 985 mil 500 pesos.
Aclara que no es propietario de un penthouse en Miami con valor de un millón de dólares, sino que lo renta con opción a compra. La que sí tiene un departamento en el mismo fraccionamiento es su esposa. Habría que agregar, que Roberto Madrazo es dueño de tres departamentos de lujo en las Torres Secoyas, en Santa Fe y una casa con valor estimado de 3.5 millones de pesos en el mismo sector, así como otra vivienda en el Distrito Federal con valor cercano a los tres millones, entre esas once propiedades.
Sobre Felipe Calderón, declara un patrimonio familiar por el orden de los ocho millones 803 mil 885 pesos, cinco millones 058 mil 521 pesos propios y tres millones 445 mil 364 pesos de su esposa, la diputada federal Margarita Zavala; en copropiedad tienen 300 mil pesos. Y el abanderado blanquiazul aprovechó la oportunidad para anunciar al IFE que renuncia al secreto bancario para que se revise el historial de los últimos 20 años de las cuentas abiertas a su nombre. De pasadita, exige a sus adversarios en la carrera presidencial a que hagan lo mismo y confronten las propiedades de cada uno. A ver quién acepta el reto.
