Nuevamente Andrés Manuel López Obrador, utiliza la estrategia de adelantarse a los hechos y crear escenarios en el imaginario colectivo. Su petición al panista Felipe Calderón Hinojosa, de que se pronuncie a favor de un conteo voto por voto, resulta improcedente. Sobre todo porque la decisión no depende de los partidos políticos, como lo quiere hacer ver el perredista, será el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación quien determine la viabilidad de volver a contar los sufragios.
La solicitud de Andrés Manuel López Obrador, tiene como objetivo llevar al terreno de lo político una decisión judicial. Así mañana existirán argumentos, para que en caso de que el Tribunal rechace la solicitud de la coalición Por el Bien de Todos, poder responsabilizar al PAN, al Gobierno Federal, apostándole a la polarización y a generar la imagen de que hubo un fraude, el cual hasta el momento no ha sido probado.
Antes de las elecciones, López Obrador se comprometió públicamente a aceptar los resultados, lo cual no ha ocurrido. Su explicación es que fue un proceso “ilegal”, el mismo argumento puede presentar cuando el Tribunal emita su fallo, sobre todo si no es del agrado del tabasqueño.
Debemos recordar que México cuenta con un Tribunal responsable para impartir justicia electoral; así lo acredita el conjunto de sus resoluciones, que lo mismo han favorecido a una opción electoral o a otra, sobre la base de los argumentos hechos valer y las pruebas presentadas. Por lo tanto es necesario reforzar el papel de las instituciones y no generar ruido público que sólo sirve para caldear más los ánimos. López Obrador debe serenarse y no tirar a la borda su capital político.
