Sin duda un tema fue el que acaparó la atención de los laguneros durante la semana que recién termina: Simas. El lunes, a propósito de la primera sesión ordinaria del Consejo Directivo de la paramunicipal, el nuevo gerente general, Alberto Díaz de León Rodríguez, informó que su antecesor, Fernando Alatorre Dressel se autoconcedió una especie de “bono de marcha” por algo así como 300 mil pesos. Ese mismo día, el secretario del Ayuntamiento, Rodolfo Walss Aurioles, aseguró que Simas es un organismo independiente y descentralizado de la Administración y con autonomía presupuestaria, de ahí que se maneja por separado de todas las acciones y decisiones que se aplican al Cabildo y a funcionarios. No aplican los acuerdos del Ayuntamiento a las dependencias descentralizadas que en el caso del Simas tiene como órgano de autoridad al Consejo.
Los consejeros representantes de los organismos cúpula de la Iniciativa Privada torreonense -Coparmex y Canacintra- advirtieron en ese momento que “nosotros, como Consejo no fuimos consultados ni autorizamos nada. Yo hablo de supuestos porque nunca nos presentaron números al respecto. No procede que se haya dado un trato especial”. Y entonces siguieron días de prolongado y extraño mutis, no sólo por parte del aludido, Fernando Alatorre Dressel, sino del propio ex alcalde Guillermo Anaya... hasta ayer.
El ex gerente por fin decidió romper el silencio, para aclarar que no se trató de un “bono de marcha” sino la indemnización legal que le corresponde al terminar su relación laboral; dice que “recibió poco, sólo 255 mil pesos, aunque le tocaban cerca de 700 mil pesos” ya que entre otras cosas “he sido el gerente más eficiente y el que menos costó a la ciudadanía”. A todos los que le han cuestionado les envía un mensaje: “en vez de abrir la boca sin saber cómo sucedió este acto administrativo, sin preguntarme, se pusieron a hablar y a descalificarme; no se vale que la gente como el secretario del Ayuntamiento, Rodolfo Walss y la contralora María Eugenia Cázares, no hayan precisado las cosas como deben ser y permitan con ello que gente que no sabe como un Víctor Alducin, hable de manera irresponsable y se genere un mundo de especulaciones que me afectan a mí pero genera más confusión en la ciudadanía”.
Así están las cosas y como siempre, serán los ciudadanos los que confronten posiciones y sopesen los hechos para afinar su criterio sobre los cómo y porqué se dan las cosas como se dan en nuestra región.