La queja de los empresarios laguneros ha sido recurrente: Coahuila carece de un programa de promoción para atraer inversiones. Desde tiempos de Enrique Martínez las críticas contra Ignacio Diego Muñoz, entonces secretario de Planeación y Desarrollo Económico del Estado (Seplade), fueron constantes. La Iniciativa Privada advertía de la nula generación de empleos, por el contrario el cierre de empresas resultaba preocupante.
En tiempos de campaña las promesas no se hicieron esperar. Al llegar a la gubernatura de Coahuila, Humberto Moreira, cambió el nombre de la Seplade por el de la Secretaría de Fomento Económico, nombrando como titular a Salomón Juan Marcos Issa. Por desgracia más allá de las siglas las cosas no han cambiado y la promoción del estado es nula ya que se carece de estrategia.
Entre los primeros tropiezos está el que las ambiciones políticas de Salomón Juan Marcos Issa lo llevaron, a cuatro meses del arranque de sexenio, a abandonar el puesto en busca de una curul como senador representando al Partido Revolucionario Institucional. Por varias semanas la Secretaría estuvo acéfala y fue en este periodo, que los empresarios vieron cómo la armadora General Motors decidió llevar a San Luis Potosí el proyecto de su nueva planta de ensamble, debido a que en aquella entidad le ofrecieron mejores incentivos que en Coahuila.
Hoy con Jorge Alanís Canales al frente de la Secretaría, el panorama según especialistas no es muy halagador, ya que el ex tesorero de la Universidad Autónoma de Coahuila, carece de experiencia en la materia al no ser un empresario reconocido por generar empleos.
Una de las grandes asignaturas pendientes, es la creación de infraestructura en el estado para ser así una plaza atractiva para la llegada de inversiones. Del tema se habló mucho en los días de campaña, sin embargo, hoy el tema parece olvidado.
El reto del nuevo secretario es muy grande, por desgracia más allá del beneficio de la duda, las expectativas no son muchas.
