La pérdida de una vida siempre será lamentable; la muerte de un ser humano convoca a la solidaridad y la reflexión, al abrazo que busca aliviar, aunque sea momentáneamente, la cauda de dolor que deja entre los más cercanos y queridos, aquel que se adelanta y en este sentido, es menester expresar el pésame por el deceso de la llamada comandante Ramona, quien fue vencida finalmente por la enfermedad que la aquejaba desde hace diez años.
Al margen de las filias o fobias que desate el movimiento de los encapuchados en Chiapas, cabe recordar que integrante del EZLN desde sus inicios (allá por los ochenta), la comandante Ramona se convirtió en uno de los iconos del movimiento armado. La indígena tzotzil, originaria de San Andrés Larráinzar y de 47 años al momento de su muerte, era una de las 12 mujeres incorporadas al máximo órgano de gobierno del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, el Comité Clandestino Revolucionario.
Por esto, Marcos suspendió ayer todas las actividades programadas en “La otra campaña” para regresar a Oventic y asistir a los funerales. El líder del movimiento que empezó como guerrilla y derivó en una suerte de ONG con gente armada, suspendió los eventos en Huixtla y Altamirano, Chiapas, programados para hoy sábado y mañana domingo, respectivamente. De ahí continuaría su recorrido por Yucatán, aunque ahora resulta incierto el itinerario a seguir.
Si tienen razón los analistas, en el sentido de que la reaparición del subcomandante Marcos (ahora autodenominado delegado Zero y quien prohíbe calificar a “La otra campaña” como Zapatour y que con eso basta para intitular la presente precisamente como el hombre que ahora maneja una motocicleta lo prohíbe), no ha tenido el impacto de otros años en virtud del desgaste del movimiento y una pérdida de carisma de su líder, pero que aún así vuelve a sacudir los cimientos de la política nacional tal y como lo hizo desde que irrumpió en la escena pública en enero de 1994, sólo queda el agradecer el descanso de unos días, de la andanada de descalificaciones hacia la clase económica y política dominantes en nuestro país.
Después de las severas críticas de Marcos hacia “los ricos”, los priistas, los panistas, todos los partidos en su conjunto y hasta de Andrés Manuel López Obrador, sano resulta por unos días sin que el enmascarado que fuma pipa reclame espacios en todos los medios de comunicación para destrozar cada pieza del escenario nacional... aunque tenga razón.