Tragedia en Coahuila
Coahuila acapara las miradas del mundo, pero desgraciadamente se debe a una tragedia. La madrugada del domingo una explosión de gas grisú dejó a 65 mineros atrapados a 150 metros de profundidad, en la mina Pasta de Conchos, en San Juan de Sabinas. Tras el accidente, 13 carboneros que estaban en la parte de arriba del complejo salieron ?casi por su propio pie?, con quemaduras de primer y segundo grados.
Los cuerpos de rescate no han logrado establecer contacto con los mineros atrapados, mientras las esperanzas de encontrarlos con vida disminuyen con el transcurrir de las horas. A las afueras de la mina, entre el llanto y la desesperación, los familiares de los trabajadores ven cómo las labores de auxilio avanzan lentamente.
Lamentablemente, el accidente en Pasta de Conchos no es la primera catástrofe en la región carbonífera del estado, en los últimos cien años al menos 23 siniestros han ocasionado la muerte de más de 850 personas. Hasta ahora, la peor tragedia minera registrada en las últimas décadas fue la ocurrida en 1969, en Barroterán, cuando fallecieron 153 trabajadores.
Ahora lo urgente es rescatar a los mineros atrapados, pero las autoridades no deben dejar pasar de largo el realizar una investigación sobre las condiciones de seguridad en la cual opera no solamente Pasta de Conchos, sino todas las minas que se encuentran en el país. Los carboneros que lograron salir con vida de la explosión han denunciado las precarias condiciones en que trabajaban, por lo que se hace urgente que esto no sólo quede en un testimonio y que se pase a los hechos para brindar una mejor calidad de vida a los mineros y sancionar a los responsables de esta nueva catástrofe.
