El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Don Abraham Rocha no puede disimular una leve sonrisa cuando cuenta su historia; para empezar se le hace raro que lo entrevisten, pues jamás ha sido su intención sobresalir en el mundo de la farándula.
Él es carpintero de profesión, sin embargo de dos años a la fecha descubrió que también tiene otro don: el de escribir.
Sin soltar un pequeño cofre de madera, dice un poco avergonzado ?trato de ser compositor, accidentalmente di con la Asociación de Autores y Compositores de Mary Valdés, y pues ahí me acogieron?.
Es sencillo en extremo, y también sincero. Dice que supo de su habilidad para componer a raíz de que es muy alburero, ?las rimas me salen bien?. Sin embargo, hace dos años tuvo un problema familiar fuerte que lo sumió en tal depresión, que le sugirieron que hiciera una actividad extra para distraerse: él optó por ponerse a escribir.
Un amigo lo condujo hace dos meses a la Asociación de Compositores, todos los miércoles asiste a las juntas, platica con sus compañeros y cambia impresiones sobre las letras que escribe.
?Don José Hernández me da el visto bueno... tengo alrededor de diez ó 20 temas, se me facilita inventar la letra, pero la verdad, batallo a la hora de cuadrarlas. Trato de pulirlas y de fijarme mucho en las sílabas, pero aún así el maestro me dice ?aquí está mal?, pero es bueno que me regañe para aprender más?.
El señor Abraham fue claro al decir que no canta, sólo compone. Ya siente como un vicio tener pluma y papel en la mano, si a media noche se le ocurre un verso se levanta a escribirlo.
Le da pena confesarlo, pero confiesa no saberse la letra de sus composiciones porque es muy malo para memorizar, incluso le cuesta trabajo recordar los títulos de sus temas, pero de la que sí se acuerda y muy bien es de su composición llamada Tocha, tema que habla de una novia que tuvo hace muchos años y con la que estuvo a punto de casarse.
Su intención es por lo menos registrar cuatro de sus composiciones, y buscar quién se las interprete. Sí le gustaría mucho que algún artista se interesara en sus letras sin embargo, de no suceder así ?no pasa nada, yo seguiré escribiendo por gusto?, finalizó.
Al pie del cañón
Pese a no ser un jovencito, el señor Abraham está tratando de aprender cosas nuevas.
Está haciendo el intento de ponerle música a sus letras.
Cada domingo acompaña a sus compañeros de la Asociación de Autores y Compositores a La Alameda Zaragoza, pero como no canta, él se dedica a declamar.
Es originario de El Aguaje, Coahuila, perteneciente al municipio de Viesca.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
