Hoy el mercado está saturado por más de 250 tipos de vehículos. El que gana es el consumidor mexicano.
EL UNIVERSAL
MÉXICO, DF.- Hace 12 años sólo había seis marcas automotrices que comercializaban vehículos en México. En orden de magnitud de ventas, estas firmas eran Volkswagen (VW), Nissan, General Motors, Chrysler (hoy Daimler-Chrysler, DCH), Ford y Mercedes-Benz (MB). Entre todas apenas ofrecían un catálogo de no más de 50 modelos.
Ese año de 1994 era uno dominado por los vochos, hoy día nadie puede jactarse de poner su nombre al mercado mexicano y es que en este 2006, de acuerdo con registros estadísticos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), operan en el país 35 marcas que ofrecen más de 250 modelos distintos.
Esto ha tenido un impacto en las ventas promedio por modelo. A mediados de la década pasada uno de ellos tenía una media de ventas de diez mil unidades, hoy día ésta es apenas de alrededor de cuatro mil 200 automotores desplazados.
?Si bien el mercado ha crecido en los últimos años hasta llegar a más de un millón de autos por año, tenemos que para un mismo pastel existe un mayor número de comensales?, dijo Alfredo Llorente, director general de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores.
Repartición
Además, de acuerdo con las prospectivas contenidas en el Tratado de Libre Comercio (TLC), en México para este año deberían venderse 1.6 millones este año, pero sólo serán casi los 1.4 millones.
?El mercado está saturado de marcas y modelos y las tendencias nos dicen que no crecerá más en número de autos vendidos, pero seguimos información de más marcas con nuevos modelos en este mercado. El beneficiario de esto es el consumidor, y las marcas pueden perder si no cuidan sus programas de venta?. La perspectiva anterior la ofrece Kimberly Kennedy, socia directora de América Latina de JD Powers and Associates, una firma consultora de diversos mercados, entre ellos el automotriz.
Luego de la apertura de mercado que México vivió con la entrada en vigor del TLC con Estados Unidos y Canadá, el arribo de nuevas marcas automotrices al mercado mexicano no tuvo parangón.
Entre 1995 y 2006 llegaron a México 23 nuevas armadoras dispuestas a hacerse de una porción del mercado. Fue en 2003 cuando llegaron más marcas atraídas por el potencial de ventas, el cual empezaba a acercarse a la mítica cifra de vender más de un millón de autos.
?Muchas marcas alrededor del mundo buscan dónde colocar sus autos, no importan que sólo sean una centena de ellos. Con las economías de escala de hoy día y las libertades comerciales entre países ya es negocio operar así?, explicó en entrevista Lourdes Rocha, analista de la industria Automotriz de Banamex. Así, hace tres años llegaron los autos de Toyota, Smart, Mitsubishi, MG Rover y Lincoln. Otros cinco también habían arribado entre 2001 y 2002: Land Rover, Renault, Seat, las Vans de Mercedes-Benz y el MiniCooper de BMW, quienes se sumaron a las incursiones de marcas como Ferrari, Maserati, Bentley y Acura. Vamos, hasta vehículos Aston Martin han sido adquiridos por connotados empresarios mexicanos.
¿Cómo fue qué México pasó de comprar masivamente vochos hace 12 años, a tener disponibles Jaguares, Ferraris, Lotus y Aston Martin?
Otro factor que hace atractivo el mercado mexicano es el incremento en el financiamiento, mismo que apenas vive momentos de recuperación luego del descalabro económico de 1995.
Una cifra que da idea de la magnitud del golpe es la siguiente: el año previo, las seis marcas que entonces operaban habían vendido cerca de 660 mil unidades. El año de la crisis sólo lograron desplazar poco más de 226 mil automotores.
Hoy día, el promedio de la industria, según estimaciones de la AMIA, señala que seis de cada 10 autos se venden mediante la vía del crédito. ?Todavía recuerdo a gente llegando a pagar de contado, ya sea en efectivo o con cheques, sus autos en las agencias?, rememora Llorente. Hace 12 años sólo tres de cada 10 vehículos eran vendidos con algún tipo de financiamiento.
En el mercado nacional hay jugadores importantes, sobre todo quienes tienen toda una historia en suelo mexicano como son VW, Nissan, Ford, DCH y GM. ?Todas ellas todavía poseen 80% del mercado pese a los momentos difíciles que viven sus corporativos en Estados Unidos?, advirtió Llorente.
Pero la llegada de las firmas niponas Toyota, Honda, Mitsubishi, entre otras, ha significado un duro golpe de mercado para estas compañías.
?Las marcas más grandes son las que están perdiendo mercado con el arribo de las nuevas, eso es lo malo de ser el primero, cuando llega la competencia te conviertes en el principal perdedor?, sostuvo por su parte la socia directora de JD Powers and Associates.
Los tres entrevistados coinciden en que el ganador es el consumidor mexicano. Llorente asegura que en los precios; Rocha destaca más la diversidad y la disponibilidad tecnológica en tanto que Kennedy ve mayor valor en los servicios posventa, un terreno donde las marcas del sol naciente son mejores y obligan a las europeas y estadounidenses a contrarrestar con estrategias similares, pero también con financiamientos más accesibles y enganches más bajos.
México pues se ha convertido en arena donde hay más de 30 jugadores del mercado automotriz mundial. Ya no se pelea dominio de mercado, coincidieron los analistas, se lucha por tener siquiera una porción. Sino, que le pregunten a Bentley, que en lo que va del año ya colocó ocho de sus lujosos automotores en México, donde se espera la venta de casi 1.4 millones de unidades.
La historia de VW en México
-Durante 1972, se creó el montaje de concesionarias prefabricadas, lo que abatió costos y ayudó al crecimiento de la red de distribuidores.
-A principios de 1973 se comenzó a producir la Panel, versión de carga de la Combi; en ese mismo año, las exportaciones superaron los mil millones de pesos.
-En 1974 se trasladó la producción de la Brasilia de la VW Do Brasil (su país de origen) a México.
-Para en junio de 1975 salió de la línea de ensamble el auto número 500,000. El siguiente año se creó la ?Hormiga?, ?vehículo de carga basado en la mecánica del Sedán? de la cual sólo se produjeron 3,600 unidades, ya que los recursos que requería su fabricación no estaban justificados con las ventas.
-En 1977 comenzó la fabricación del Golf A1, conocido aquí como Caribe. Para ese entonces el número
de concesionarios era ya de 198; la red de distribuidores más grande del país.
-En septiembre del mismo año se llegó a la cifra mágica: un millón de vehículos producidos en México, el honor correspondió, como al 100,000 y 500,000 a un Volkswagen Sedán.
-El 15 de mayo de 1981, salió de la planta de Puebla, el VW Sedán número 20 millones producido mundialmente, con lo que el consorcio hizo historia nuevamente con el automóvil más numeroso en el planeta.