Cuando se sabe que en Saltillo ha iniciado la construcción de tres de los seis puentes anunciados por el Gobierno de Coahuila para este año y que en Torreón, de los cuatro proyectados, ninguno ha arrancado, resulta muy difícil no pensar mal. Las sospechas de que existe más interés de parte del Ejecutivo Estatal por los planes para la capital que los programados para otros municipios, surgen de forma casi automática a la par que la añeja protesta contra el centralismo cobra nuevos bríos, a pesar del repetitivo discurso oficial en el que se asegura que no existe trato desigual alguno.
El Comité Técnico del Impuesto Sobre Nóminas (ISN) de Torreón aprobó a principios del presente año un paquete de 16 obras viales; la ejecución de diez de ellas correría a cargo del Gobierno Municipal y de las seis restantes se encargaría el Estado.
Debido a revisiones y ajustes en algunos proyectos ejecutivos, la Administración de Humberto Moreira Valdés sólo ha podido arrancar en Torreón la realización de dos obras: la ampliación de la carretera a Santa Fe y la modernización de un tramo de la antigua carretera a San Pedro. Quedan pendientes las de mayor envergadura: puente del Nudo Mixteco, puente del crucero calzada Abastos-bulevar Independencia, puente del crucero calzada Abastos-bulevar Constitución y paso a desnivel Alianza.
En el caso del primero, el proyecto ejecutivo no tomó en cuenta el área de seguridad del cono de aproximación para el aterrizaje de los aviones en el aeropuerto internacional Francisco Sarabia y la obra no fue autorizada por la Dirección de Aeronáutica Civil de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). La dependencia federal recomendó recorrer el umbral de la pista del aeropuerto y aún no se decide al respecto. Los otros dos puentes dependen de la construcción de la obra en el Nudo Mixteco.
Por lo que respecta al paso a desnivel en el cruce del ferrocarril a la altura del sector Alianza, el proyecto ejecutivo tuvo que ser modificado a petición de la empresa Ferromex para dejar la preparación de una doble vía. Está pendiente la autorización de la SCT.
Por si fuera poco, la única obra que el Ayuntamiento no ha podido comenzar -el puente en el crucero de la carretera a San Pedro-carretera a La Unión-, también se encuentra detenida en su fase de proyecto ejecutivo, el cual no ha sido entregado por la Secretaría de Obras Públicas y Transporte del Estado.
Es decir, el Gobierno Estatal es el responsable de que las cinco obras viales más importantes a construir en 2006 con recursos del ISN estén atoradas.
En contraste, en Saltillo de los seis puentes que la Administración moreirista se comprometió a ejecutar, los trabajos de tres ya se encuentran en marcha: los dos en la entrada de la carretera a Monterrey llevan seis meses en construcción y el del crucero del Periférico-bulevar Hidalgo está a unos meses de ser terminado. Comparada con lo que sucede en Torreón, la eficiencia estatal en la capital de Coahuila sorprende.
Ante esta situación, el secretario de Obras Públicas, Eduardo Olmos Castro, dice que la demora en el arranque de las obras de Torreón se debe a ?la complejidad técnica de los proyectos y a la necesidad de atender normativas federales?. Y reconoce lo que el primer regidor del Ayuntamiento, Pedro Ávila Aguilera, aseveró respecto al evidente rezago: ?El tiempo se le vino encima al Estado?, ya que, según Olmos Castro, las obras ?resultaron con una complejidad técnica inesperada?.
Se debe entender, pues, que la falta de previsión de la empresa encargada de elaborar los proyectos ejecutivos y el descuido por parte de la Administración de Humberto Moreira en la supervisión y análisis de los estudios, tienen detenida la construcción de cuatro puentes y un paso a desnivel.
Por todo lo anterior, aunque el Gobierno Estatal niegue insistentemente que existe trato desigual entre la capital de Coahuila y los demás municipios, cuesta creerlo.
Por otra parte, para evitar tanta demora y ajuste en los proyectos es necesario que las futuras propuestas de obra que se hagan al Comité Técnico del ISN contemplen la mayor cantidad de pormenores y asegunes posibles y así no andar anunciando obras con costos y fechas que no se cumplen.
