"No vieron nada", fustiga AMLO ante supuesto fraude electoral; el proceso fue legal, responden organizaciones.
EL UNIVERSAL-AEE
MÉXICO, DF.- Hoy el candidato de la Coalición por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha puesto en duda su actividad, pero en 1988 algunos políticos hubieran deseado que los 24 mil 769 observadores electorales mexicanos y los 693 visitantes extranjeros que vigilaron el proceso electoral de este 2006, hubieran estado en esa época para dar fe de la transparencia y de la legalidad de las elecciones en México, donde Cuauhtémoc Cárdenas por el Frente Democrático Nacional junto Carlos Salinas de Gortari por el PRI y Manuel Clouthier por el PAN fueron los candidatos de los partidos mayoritarios que compitieron por la presidencia de la República.
?Observaron pero no vieron nada?, contestó Andrés Manuel López Obrador cuando hace pocos días fue interrogado respecto a por qué los observadores electorales como los provenientes de la Unión Europea (UE) no percibieron como lo ha denunciado el perredista, la existencia de un fraude, incidentes o irregularidades graves que pudieran empañar la transparencia del proceso del conteo o impactar en los resultados de las elecciones del pasado dosde julio.
Y es que de acuerdo con el Instituto Federal Electoral (IFE), fue justamente para garantizar elecciones limpias, imparciales y creíbles que contribuyeran al avance de la democracia en el país, que en 1993 se reforma el Artículo cinco del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), para dar paso al escrutinio del proceso a través de las figuras jurídicas de observadores electorales (ciudadanos mexicanos) y visitantes extranjeros.
Por ello, ante el escenario cerrado y de polarización, tanto el IFE como la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) realizaron un cabildeo intenso a fin de que mexicanos y extranjeros realizaran esta observación y acreditaran su proceso y resultado. Organizaciones como el Centro Carter, el Instituto Nacional Democrático y el Instituto Internacional Republicano decidieron no participar con el envío de misiones debido al avance democrático del país.
Andrew Selee, director del Instituto México del Programa Latinoamericano del Centro Woodrow Wilson, y quien también participó como visitante extranjero considera que se descuidaron áreas de observación porque nunca se contempló el escenario de un fraude masivo, pero se omitieron zonas donde tal vez se presentaron estos incidentes abriendo el camino a la desconfianza.
En este sentido, Silvia Alonso, representante de Alianza Cívica organización que coordinó a dos mil observadores electorales, dice que el monitoreo nacional y extranjero a los procesos electorales mexicanos, es válido, no ha muerto y llegó para quedarse hasta que desaparezca el ápice de desconfianza que aún prevalece en las instituciones, en los políticos y en la propia ciudadanía. Afirma por eso que lo ideal eliminar la razón de ser de los observadores, quienes registraron que no hubo un fraude masivo en esta ocasión.
Luego de la jornada electoral del pasado dos de julio donde el conteo rápido y el Programa de Resultados Electorales Preeliminares daba una ventaja de poco más de un punto al candidato del PAN, Felipe Calderón sobre López Obrador, el IFE siguió por Ley el cómputo de las actas de los 300 consejos distritales, que presentaron a Felipe Calderón como el virtual ganador de la contienda con 35.89 por ciento, sólo 0.58 puntos arriba del más cercano de sus competidores. López Obrador impugnó los resultados ante el Tribunal Electoral solicitando el conteo voto por voto, al tiempo que descalificaba al IFE por favorecer al candidato de la derechos y afirmaba que hubo fraude antes, durante y después de las elecciones.
?Quien acusa tiene que probar, ese es un principio fundamental de justicia?, respondió Dong Nguyen, coordinador del proyecto del Fondo de Apoyo a la Observación Electoral del Programa de Naciones Unidas, ante dichas imputaciones. El vietnamita también consideró que es imposible un fraude electoral masivo, porque sólo podría realizarse con la ayuda de las instituciones electorales no independientes y en México, dijo, el IFE tiene toda la fortaleza y autonomía.
En coincidencia, Roberto Cuéllar, director del Instituto Interamericano de Derechos Humanos reconoció la absoluta legalidad del proceso electoral y destacó la vigilancia y participación de observadores domésticos, misión que la observación internacional no puede sustituir, dijo.
Por su parte la organización estadounidense Global Exchange con 25 representantes distribuidos en los estados de México, Oaxaca y San Luis Potosí, abarcando sólo los llamados ?focos rojos?, encontraron diversas irregularidades como la compra y coacción del voto y el uso con fines electorales de programas sociales federales y estatales por parte del gobierno del estado y el PRI.