Condicionan el apoyo a que el Gobierno estadounidense cambie su política exterior en la región de Oriente Medio.
AP
Manama, Bahrein.- El canciller iraní Manuchehr Mottaki dijo ayer sábado que su país está dispuesto a ayudar a Estados Unidos a retirar sus soldados del vecino Irak, pero sólo si Washington realiza algunos cambios de importancia en su política exterior.
Mottaki acusó a las Fuerzas estadounidenses de ser responsables por al menos la mitad de la violencia que está destruyendo a la nación árabe, y dijo que su retirada redituará dividendos de seguridad para toda la región del Oriente Medio.
?Si Estados Unidos cambia su actitud con relación a la República Islámica de Irán?, el Gobierno de Teherán ?está dispuesto a ayudar con su retirada de Irak?, dijo Mottaki en una conferencia realizada en el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de esta ciudad. ?Un 50 por ciento del problema de la inseguridad en Irak es (resultado) de la presencia de soldados extranjeros?, añadió.
Mottaki repitió un llamado hecho la semana pasada por Alí Larijani, principal negociador en temas de seguridad nacional de Irán, para que todos los países del Golfo Pérsico eliminen bases estadounidenses en su territorio y establezcan un pacto de seguridad regional con el régimen de Teherán. Mottaki fue aún más lejos, y ofreció una cooperación más profunda con los seis países del Pérsico en materia de energía, turismo, negocios y lucha contra el narcotráfico.
El discurso de Mottaki fue un franco desafío a los intereses de Estados Unidos en el golfo.
En determinado momento, Mottaki señaló que el caos regional causado por el Gobierno de George W. Bush con sus invasiones a Afganistán y a Irak demostraba que la Fuerza Militar norteamericana había dejado de ser una opción realista en el Oriente Medio.
?En la actualidad, la época de las amenazas ha concluido. El período de unilateralismo se ha terminado?, dijo Mottaki. ?Basta ver Irak. Basta ver Afganistán. Eso nos brinda una lección muy importante?.
En la audiencia ante la que habló Mottaki figuraba el vicealmirante norteamericano David Nichols, subjefe del Comando Central de Estados Unidos y miembro de la delegación estadounidense.
SEGURIDAD DEPENDE DE VICTORIA: BUSH
El presidente de EU, George W. Bush, sostuvo por su parte, que el futuro de la región de Irak y la seguridad de Estados Unidos dependen de una victoria en el país árabe.
En su habitual mensaje radiofónico sabatino a la nación, Bush se mostró satisfecho de que la comisión independiente que le recomendó una nueva estrategia en Irak, no le haya sugerido una rápida salida de las tropas estadounidenses, como piden algunos demócratas y varios sectores.
Reiteró que analizará detenidamente las 79 recomendaciones del informe presentado por llamado Grupo de Estudio sobre Irak el jueves pasado, en el que se reconoce la ?grave? situación iraquí e indica que simultáneamente al cambio de estrategia se debe reducir la participación en combate de los militares de Estados Unidos.
Actualmente Washington mantiene en Irak unos 150 mil militares que llevan a cabo una diversidad de tareas, incluidas patrullas que esporádicamente entran en combate con los insurgentes.
Bush manifestó que le alegra que la comisión encabezada por el ex secretario de Estado James Baker y el ex legislador demócrata Lee Hamilton acepte que una pronta retirada de los efectivos estadounidenses derivaría en el caos y en una tragedia humanitaria iraquí.
El gobernante repitió que mantendrá contactos sobre la situación con los líderes de esa nación y de los países aliados, al margen de las reuniones que celebra en Washington con dirigentes políticos y sus principales asesores de seguridad, para analizar una nueva estrategia.
Mueren 20 por violencia sectaria
La violencia sectaria cobró la vida de al menos 20 personas en Irak, incluidas cinco más que murieron tras explotar un coche bomba a las afueras de un santuario en Karbala, la segunda ciudad sagrada más importante para los shiies, informó la Policía.
Las autoridades también hallaron en la capital 39 cuerpos acribillados a tiros que aparentemente fueron víctimas de venganzas de sunnitas y shiitas.
Algunos de los más cruentos combates en la capital ocurrieron en Hurriya, vecindario donde habitan las dos etnias en el norte de Bagdad. Testigos dijeron que milicias del Ejército Mahdí se adentraron al área luego que sunís amenazaran con matar a los pocos shiies que viven ahí si no se marchaban.
Se escucharon disparos de ametralladoras y tres columnas de humo negro se elevaron por encima del lugar, informaron testigos a condición de permanecer en el anonimato debido a los temores por su propia seguridad.
Mohamed al Askeri, portavoz del Ministerio de Defensa, dijo que algunas personas fueron expulsadas de sus hogares, pero las Fuerzas iraquíes lograron echar fuera a los agresores, entregaron comida a los afectados y persuadieron a la mayoría de ellos de regresar a sus moradas. Sin embargo, reconoció que ?otros aún tienen miedo?.
Adnan al Dulaimi, legislador suní que encabeza un gran bloque de esta etnia en el parlamento, apareció en la estación Bagdad TV, y dijo: ?Hacemos un llamado al Gobierno y a las Fuerzas de Estados Unidos para que rescaten a familias sunís en Hurriya, las cuales corren el riesgo de ser asesinadas y desplazadas por milicias?.
El ataque suicida cerca del santuario de Al Abbas ocurrió en Karbala, a 80 kilómetros al sur de Bagdad. El domo dorado y los minaretes de la mezquita de Al Abbas no parecen dañadas en imágenes de video presentadas por la televisión estatal, pero la potente detonación incendió varios automóviles estacionados en las cercanías y pudo verse a dos hombres con el rostro ensangrentado mientras corrían a través de un espeso humo, junto al cuerpo tendido de otra víctima.
