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BAGDAD, IRAK.- El primer ministro Nuri al Maliki ofreció ayer domingo una rama de olivos a los insurgentes que se unan a los esfuerzos de reconstrucción de Irak y dijo que los legisladores deberían fijar una fecha para que la Policía y el Ejército asuman la seguridad del país.
No mencionó, sin embargo, ningún plazo para la evacuación de las Fuerzas extranjeras.
El plan de reconciliación nacional incluirá también una amnistía para los insurgentes y las figuras de la Oposición que no hayan participado en actividades terroristas. Al Maliki declaró, no obstante, que los insurgentes que hayan intervenido en matanzas no podrán escapar de la justicia.
?El lanzamiento de esta iniciativa de reconciliación nacional no debería ser considerado como una recompensa para los asesinos y delincuentes, o como una aceptación de sus acciones. No, mil veces no. No puede haber un acuerdo con ellos a menos que enfrenten la justicia?, sostuvo.
El nuevo líder iraquí, que asumió en el poder hace más de un mes, dijo que era realista sobre el camino difícil por delante.
?Sabemos que hay una legión de aquellos que han recorrido el camino del mal ... que continuará con sus acciones delictivas?, dijo. Pero mantuvo una oferta de paz para aquellos que renuncien a la violencia, y amenazó con penas y castigos a quienes no lo hagan.
?Para aquellos que quieran reconstruir nuestro país, les ofrecemos una rama de olivos ... y para aquellos que insisten en las matanzas y acciones terroristas, les presentamos un puño con el poder de la ley para proteger a nuestro país y pueblo?, declaró ante los legisladores, que aplaudieron su discurso.
El plan obtuvo el respaldo de una importante figura suní del parlamento.
?En nombre del Frente de Acuerdo Iraquí, apoyo y acuerdo con esta iniciativa y llamo a todos los iraquíes a que la respalden porque será el primer paso hacia la seguridad, la estabilidad y la reconstrucción de un nuevo Irak?, expresó Adnan al Dulaimi, líder del frente.
La organización representa tres partidos políticos suníes clave en el parlamento.
El parlamento iraquí planeaba debatir el plan, que se cree podría enfrentar una fuerte oposición de los legisladores radicales de ambas partes en las sesiones de esta semana.
