AGENCIAS
Nueva York, NY.- Óliver Pérez fue todo un show el jueves ante 56 mil 357 aficionados en el Shea Stadium. En el primer inning hizo vibrar a los fanáticos al ponchar a Preston Wilson con una recta de 94 millas por hora y las cámaras lo estuvieron siguiendo cada vez que salía y entraba de la raya de cal con su peculiar brinco que en México puso de moda Francisco ?Pancho? Campos.
Bajo el encabezado de Sorry, Ollie, el reportero Brian Costello destacó que la recta de Pérez estuvo entre 93 y 97 millas por hora y narró cómo el pitcher llegó sin nervios al estadio alrededor de las cinco de la tarde, donde escuchó los buenos deseos de sus compañeros en el club house.
?Él usó en el entrenamiento una camiseta blanca con el logo de Air Jordan. Tres horas después se vio como Jordan en el juego siete de la final pero su equipo no pudo terminar lo que empezó?, escribió Costello.
Pérez también fue elogiado por los columnistas del Post. Mike Vaccaro destacó que lanzó magistralmente y representa desde ahora el futuro de los Metropolitanos, mientras que Joel Sherman resaltó que Óliver y el venezolano Endy Chávez aportaron magia por el equipo de la Gran Manzana.
La vida de Pérez dio un vuelco este año. Inició tan mal la temporada con los Piratas de Pittsburgh que lo enviaron a las ligas menores, luego lo cambiaron a los Mets donde arrancó mal en Triple A y al final estuvo a punto de ganar dos juegos que tal vez le hubiesen dado el premio de Jugador Más Valioso.
?Todos saben que esto no resultó como la apertura, pero terminó. Ahora me siento preparado para regresar el próximo año. Estuve bien y todos intentaron hacer todo para ganar el juego, perdimos y pues tenemos que aceptarlo?.