GUADALAJARA, Jalisco.- Así nada más, de un día para otro se terminó el sueño de la Copa Libertadores para José Antonio Olvera, quien ayer mismo tuvo que regresar a Torreón.
Todo por exigencia del uruguayo Wilson Graniolatti, técnico del Santos Laguna, quien sin importarle que las Chivas disputarán a partir de mañana la semifinal ante el Sao Paulo, solicitó la devolución de su jugador.
Ante la noticia inesperada, el técnico del Rebaño, José Manuel de la Torre, se mostró molesto y decepcionado.
?Lo había hecho muy bien, cayó muy bien en el grupo, se adaptó muy rápido, dio un gran partido cuando le tocó ser titular, y el que le coarten esta posibilidad de crecimiento es pensar pequeño, es tener un criterio muy corto?, expresó ?Chepo?.
Aprenden mañas
Según Héctor Reynoso, defensa del Guadalajara, las Chivas han dejado de ser los novatos de la Copa Libertadores, los inocentes, los seguros víctimas de cualquier equipo canchero y lleno de oficio que los hacía caer fácilmente en la desesperación, o hasta ser atropellados por arbitrajes tendenciosos e intimidaciones de sus enemigos.
?La Copa pasada, la del año anterior nos sirvió mucho para eso, porque por ahí no sabíamos cómo era que pegaban, cómo es que te marcaban los árbitros, cómo era que te golpeaban sin balón los rivales?, admitió el zaguero rojiblanco.
?Yo te puedo decir que estamos recopilando algunas mañitas futboleras, algunas de las que aprendemos de los defensas rivales, sobre todo que son los que más te están hablando y molestando?, dijo el jugador Reynoso.