El Siglo de Durango
Los pueblos casi abandonados que hay en Durango y la emigración sustancial que se está registrando en el estado son provocados por los esquemas raquíticos de subsidio por parte del Programa de Apoyos Directos al Campo (Procampo) y la falta de créditos rurales bien diseñados que garanticen una buena cosecha.
Lo anterior fue dado a conocer por Jesús Alvarado Cabrales, presidente de la Gran Comisión del Congreso del Estado, quien señaló la preocupante emigración que se está dando en Durango; ?habría que darse la vuelta a los diferentes pueblos en los distintos municipios y el panorama es desolador, pues ahí se encuentra las familias solas, mientras los jefes de familia se encuentran en Estados Unidos, porque en México no hay esquemas que garanticen el trabajo en el campo?, indicó.
Alvarado Cabrales expuso que fue un error la desaparición del Banco Nacional de Crédito Rural (Banrural), pues la institución era muy efectiva y expresó que su desaparición más bien fue por sus operadores, que debido a la corrupción que se generó al interior se produjo su quiebra.
?Yo estoy seguro que si se trata de igualar o mejorar el subsidio que debe existir para el campo, como el de Estados Unidos que se encuentra en un 40 por ciento, la situación del campo podría mejorarse. Mientras tanto no, ya que es muy costoso hacer producir una hectárea?, destacó.
Solamente para hacer producir una hectárea, que el entrevistado estimó es muy costosa, debe pensarse desde el barbecho , la rastra, la siembra, la aplicación de fertilizante, el riego y todo esto le resulta muy caro al pequeño productor.
Además de lo anterior, actualmente a los pequeños productores no les es costeable sembrar maíz o frijol, pues siempre hay problemas para vender o colocar su producto. Tampoco tienen garantía de que su cosecha se produzca al 100 por ciento y esto provoca desánimo en el campesino.
?Hoy los programas al campo son insuficientes para generar expectativa de desarrollo integral. Decimos que tenemos que dar vocación a la tierra, pero no hay proyectos integrales de microdesarrollo que permitan darles a los terrenos la vocación, para que esto le dé al productor la garantía y así arraigarlo en sus tierras?, explicó.
El funcionario aseguró que con la figura crediticia que pudiera ser generada por el Gobierno Federal y con el análisis de los terrenos de agricultura, para saber cuáles son los más productivos, puesto que no todos los son, se podría tener mayor éxito en la actividad del campo.
De este modo, demandó a las autoridades federales y a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) que busquen los elementos necesarios para crear una nueva figura crediticia, toda vez que el Procampo es insuficiente y que está a punto de desaparecer.
Soluciones, si hubiera créditos y mejores subsidios
· Los campesinos o microproductores requieren por lo menos un 40 por ciento de subsidio de cada hectárea.
· El subsidio les permitirá tener margen financiero para poder planear su siembra y cosecha.
· La creación de una entidad que pueda otorgar créditos como el viejo sistema de Banrural, pero mejorado podría provocar el arraigo de la gente y evitar su emigración.
· A lo anterior debe sumársele la asesoría integral al campesino para que ellos conozcan la productividad de sus tierras.
· Las dependencias federales y estatales relacionadas con el campo tienen perfecto conocimiento de cuáles son las tierras que sí funcionan y cuáles no.
Fuente: Jesús Alvarado Cabrales, presidente de la Gran Comisión del Congreso del Estado.