Agencias
Nueva York, EU.- El Oscar a Philip Seymour Hoffman por su papel como Truman Capote en el filme del mismo título es la punta del iceberg del interés surgido en EU por un autor que nunca ha estado tan de moda desde que murió hace veintidós años. Aparte de la cinta que le valió la estatuilla a Seymour Hoffman, la ?capotemanía? incluye el estreno de otra película, la publicación de varios libros y hasta la recreación de las celebres fiestas que organizaba el considerado precursor del ?nuevo periodismo?.
?La mayoría de la gente que teclea cualquier cosa hoy en día le debe algo a Capote?, escribió recientemente Davir Carr en el The New York Times en alusión a la técnica como periodista del ahora resucitado escritor, que en los sesenta se considero ?revolucionaria?. Con la máxima de que ?los detalles revelan mejor que nada las cosas importantes?, Capote podía comenzar una crónica judicial centrando la atención del lector en el brillo de la sortija del juez en vez de informar directamente sobre la sentencia.
Ese tipo de recurso fue empleado después por autores tan conocidos como Norman Mailer y Tom Wolfe, que como Truman Capote elevaron el periodismo a categoría de literatura. Pero su influencia y el éxito de novelas como A Sangre Fría y Desayuno en Tiffany?s -ambas llevadas al cine- no impidieron que Truman Capote muriera en 1984 criticado por sus colegas, olvidado por sus amigos y casi sumergido en el anonimato.
Su homosexualidad y el abuso del alcohol y las drogas no le ayudaron, sobre todo durante sus últimos años, a labrarse demasiado buena fama en algunos sectores.
Capote ha recuperado, sin embargo, el protagonismo que, según confesaba, siempre persiguió en vida, y logró en algunos tramos de su existencia, con al menos dos películas y tres publicaciones de plena actualidad en los pasados o próximos meses. Al estreno en septiembre de Capote, protagonizada por Seymour Hoffman, seguirá en otoño el de otro filme basado en el escritor, Infamous, que cuenta, entre otras, con las interpretaciones de Gwyneth Paltrow, Sigourney Weaver y Sandra Bullock.
En el mundo editorial, la aparición en octubre de 2005 de su primera novela, Summer Crossing -que escribió a los 19 años y permanecía inédita ya que nunca la publicó por considerarla de baja calidad-, precedió en semanas a la reedición de sus crónicas.
Y la ola de interés por Capote permitió que en febrero la periodista Deborah Davis pudiera publicar por fin su obra La Fiesta del Siglo, inspirada en una de las fiestas suntuosas en las que el escritor reunía a la alta sociedad neoyorquina.
?Hace tres años lleve el libro a los editores y la mayoría dijo ¿pero a quién le interesa Capote?? confiesa Davis, que afirma que para el autor nacido en Nueva Orleans pero enamorado de Nueva York la vida social era tan importante como el arte de escribir.
En la fiesta de marras, que se celebró en 1966 en el hotel Plaza -entonces el más caro y lujoso de la ciudad-, asistieron 500 invitados, entre los que figuraban Frank Sinatra, Andy Warhol y Lee Radziwill, hermana de Jacqueline Kennedy, amiga de Capote.
Al calor de la ?capotemanía?, la casa de subastas Christie?s ha convocado, además, la próxima semana una fiesta en la que tratará de reproducir el ambiente de aquella época. Una portavoz de la firma, Tate Swan, dijo que la fiesta han sido invitadas 700 personas, ?entre las que hay de todo, políticos, artistas, empresarios y escritores. En definitiva, lo que pensamos que es la flor y nata de la actual sociedad neoyorquina?.
Igual que en la fiesta original organizada por Capote, en la convocada por Christie?s las señoras deberán vestir de blanco y negro y ocultar el rostro con una mascara, en tanto que los caballeros tendrán que llevar esmoquin.
Según Swan, personajes de la farándula y las finanzas, como David Bowie, su mujer somalí Imam y Donald Trump, ya han confirmado su asistencia a la importante cita, cuyo pretexto es, según la portavoz de Christie?s, recrear ?el ?glamour? del Plaza? -en la actualidad cerrado-, algo que hizo como pocos Truman Capote.
Clooney feliz con su premio
Para George Clooney todo era felicidad la noche del Oscar hasta que alguien, tras bambalinas, le preguntó por su vida amorosa.
Y es que en los últimos días se ha rumorado que el actor vive un tórrido romance con la actriz Teri Hatcher, a lo que él no quiso aclarar ni negar tal comentario.
?De mi vida privada no hablo?, dijo Clooney, quien de su clásica sonrisa pasó a la seriedad cuando los reporteros le cuestionaron del tema.
Clooney se alzó con el triunfo en la 78 Entrega del Oscar al recibir la estatuilla dorada en la categoría de Mejor Actor de Reparto por su papel en Syriana.
?Me siento muy contento, afortunado por haber ganado el Oscar. La verdad es que no me lo esperaba, fue una noche muy especial para mí y toda mi familia?, dijo Clooney.
El actor bromeó cuando recibió su premio al decir que ?entonces no ganaré como Mejor Director?, haciendo alusión a otra de sus nominaciones en esa categoría.
?Realmente me siento orgulloso de estar compartiendo esa categoría con esos hombres (Ang Lee, Steven Spielberg), así como con los directores que por primera vez estuvieron en la ceremonia, es un placer. Felicito mucho a Ang Lee por su triunfo, se lo merece?, comentó.
El actor fue quizás uno de los más asediados de la noche, ya que para los fotógrafos es una celebridad que ?vende? mucho.
Incluso, varios de ellos no se le despegaron ni un minuto, ya que deseaban captarlo junto a Teri Hatcher, con quien supuestamente vive un romance.
Clooney fue discreto y casi todo el tiempo sólo se le vio acompañado de amigos.