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Otra censura/Jaque Mate

Sergio Sarmiento

“Una nación que tiene miedo de que su pueblo juzgue la verdad o falsedad en un mercado abierto es una nación que tiene miedo de su pueblo”.

John F. Kennedy

Continúan los actos de censura disfrazados de moralidad política o de legalidad electoral.

Varios lectores me envían correos electrónicos en que me dicen que la BBC de Londres y otras emisoras informativas están siendo bloqueadas por el sistema Sky de televisión. Encuentro también en Internet información que señala que Sky de México ha bloqueado el canal Fox de noticias. En la pantalla del canal, dice la nota que leo, aparece la Leyenda: “De acuerdo a la Ley electoral mexicana, nos vemos obligados a interrumpir temporalmente la transmisión de este canal”. Las señales de informativos, sin embargo, siguen apareciendo en los sistemas de televisión por cable. Y, por otra parte, CNN se transmite sin problemas en Sky.

No sería ésta la primera vez que un sistema de televisión de paga en nuestro país aprovecha un proceso electoral para censurar canales informativos de televisión. En el año 2000 se llevó a cabo un acto de censura similar de todas las emisoras que pudieran en algún momento ofrecer información sobre el proceso electoral mexicano. En ese entonces la censura la llevó a cabo la Secretaría de Gobernación.

Me argumentaban entonces los funcionarios que sólo con esta censura se podía evitar que dichos canales dieran a conocer encuestas o información sobre campañas que violaran la legislación mexicana. Pero lo único que lograron entonces como ahora, fue evidenciar el talante autoritario del sistema político mexicano.

En ningún país realmente democrático se permite la censura de informativos de televisión, aunque sean extranjeros, como lo estamos viendo ahora en México. La Ley considera que la gente tiene derecho a mantenerse informada, tanto por medios locales como extranjeros, en cualquier momento. Esta libertad no sólo garantiza el derecho de los gobernados a la información sino que constituye también una garantía para la democracia del país.

No olvidemos nuestra historia. En 1986 la cobertura de los medios extranjeros de información, muchos de los cuales tenían equipos informativos ya desplegados en el país que habían cubierto la Copa del Mundo de Futbol, permitió denunciar las irregularidades de las elecciones estatales de Chihuahua. En 1988 el trabajo de los medios internacionales fue crucial para poner al descubierto quizá el mayor fraude en una elección presidencial.

En aquellos tiempos nuestros políticos usaban las mismas excusas que hoy para tratar de impedir la cobertura crítica de los medios extranjeros sobre los procesos electorales mexicanos. Afirmaban que esto era una violación a nuestra soberanía, que sólo los mexicanos teníamos derecho a informar sobre nuestros comicios, que los extranjeros podían violar la legislación nacional. A final de cuentas, sin embargo, la atención de los medios de comunicación del exterior se convirtió en un poderoso acicate para la transformación democrática de México de la que hoy nos sentimos tan orgullosos.

Por eso resulta tan triste que estemos cayendo nuevamente en la censura. Me doy cuenta que hay un problema en el hecho que la autoridad electoral mexicana no tiene forma de obligar a los programas informativos de otros países a ajustarse a la Ley mexicana. Pero eso no justifica que se bloquee la transmisión de información originada en otros lugares del mundo. Si realmente no tenemos nada que ocultar, ¿para qué tratar de tapar el Sol con un dedo?

Si aceptamos censurar las emisiones informativas de otros países porque no hay forma de obligarlos a adaptarse a una legislación mexicana que a veces resulta absurda, podríamos usar el mismo argumento para prohibir la difusión en nuestro país de cualquier emisión extranjera por cualquier medio y en cualquier momento. De hecho, el argumento podría emplearse también para restringir el acceso a Internet. Esto nos colocaría en una situación similar a la que actualmente sufre China, lo cual no debería hacernos sentir muy orgullosos.

Otros países del mundo también tienen Leyes electorales y también tienen una imposibilidad legal de obligar a las emisoras de otras naciones a obedecer sus Leyes internas. Pero nadie se preocupa por bloquear los informativos de otros países. Ni en Estados Unidos ni en los países de Europa, ni en ningún país realmente democrático, se mantiene esa práctica. Nosotros, sin embargo, parecemos empeñados en violar los derechos fundamentales de los mexicanos en aras de una democracia que no necesita esa protección.

USTED DISCULPE

El editor mexicano Fernando Valdés, director de Plaza y Valdés, se encuentra en libertad. Un juez lo exoneró al considerar que no había pruebas para mantenerlo en la cárcel por supuestamente haber continuado la venta de un libro tras el vencimiento de un contrato de edición. Esta es una disputa, como muchas otras del mundo de los negocios, que debería resolverse en un litigio civil. Pero en el sistema judicial mexicano Valdés tuvo que permanecer diez meses en la cárcel hasta el “usted disculpe”. Qué pena vivir en un país en el que los criminales andan en libertad pero las cárceles están llenas de inocentes.

Correo electrónico:

sarmiento.jaquemate@gmail.com

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