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Ovacionan a Babel en Toronto

El mexicano Alejandro González Iñárritu consigue conmover al público y a los críticos con su cinta.

Notimex

Toronto, Canada.- El director Alejandro González Iñárritu afirmó hoy que no hubiera sido capaz de rodar su película "Babel", una de las favoritas en el festival de cine de Toronto, si hubiera estado viviendo en México.

Iñárritu ofreció una conferencia de prensa en el marco del certamen, -considerado como punto de salida para la carrera hacia los Oscar de Hollywood- ante una sala abarrotada por casi un centenar de periodistas de todo el mundo.

La expectación por ver en persona a González Iñárritu, y al actor estadunidense Brad Pitt, fue tal que algunos periodistas no pudieron acceder al salón donde tuvo lugar la conferencia en medio de quejas por los fallos de organización y la escasa previsión.

También estuvieron presentes otros actores del film, como la mexicana Adriana Barraza y los japoneses Koji Yakusho y Rinko Kikuchi. No pudieron acudir a la cita por otros compromisos profesionales Gael García Bernal ni Cate Blanchett.

"Babel" está rodada en tres continentes -en la frontera de México y Estados Unidos, Japón y Marruecos- y en seis lenguas: bereber, árabe, inglés, español, japonés y el lenguaje de signos que utilizan los sordomudos.

La película trata sobre la incomunicación, tanto a nivel personal, en las relaciones íntimas, como a nivel internacional, entre las culturas, los gobiernos.

El cineasta dijo que la idea se le ocurrió "cuando llevaba un tiempo viviendo en Estados Unidos (donde se mudó hace cinco años) al experimentar y ver de cerca los conflictos que supone ser un ciudadano del tercer mundo en un país del primer mundo".

Como un "exiliado", vivió experiencias de incomunicación y de asimilación de culturas "muy emotivas" que le llevaron a "entenderme mejor a mí mismo y a mi país".

Por eso, indicó, "si hubiera estado viviendo en Ciudad de México, si siguiera allí, nunca habría hecho esta película, sin duda alguna".

González Iñárritu señaló que la cinta trata, más allá de los aspectos políticos y sociales a los que hace referencia, de "historias íntimas, de la relación entre padres e hijos".

"Es la misma historia que conté en Amores Perros y 21 Gramos, todas tratan de las barreras, pero no las físicas, si no las que están dentro de nosotros, que son las más peligrosas, que nos impiden tener la capacidad de escuchar a los otros, de hacernos oír a nosotros mismos", dijo.

González Iñárritu afirmó que esta película "ha sido el mayor reto de toda mi carrera como cineasta, ha sido un proceso muy difícil". "No me divierte rodar, para mí supone mucho dolor y sufrimiento", confesó.

Uno de los mayores obstáculos a los que se enfrentó fue rodar con actores no profesionales -en la historia protagonizada por Pitt y Blanchett que tiene lugar en un pequeño pueblo de Marruecos- y en tantas lenguas diferentes.

"Cuando combinas eso, trabajar con gente que nunca antes ha visto una cámara y que hablan una lengua que no entiendes, es muy duro rodar", señaló.

Sobre la película -que narra tres historias entrelazadas entre sí-, indicó que "sin la paciencia de Brad y Cate nunca hubiera sobrevivido" y sacado adelante el rodaje, ya que el resto de los actores de su historia son gente normal de ese pequeño pueblo.

"Todos reconocemos el gran trabajo de casting de Alejandro", dijo Pitt, mientras que el mexicano afirmó que "una vez visto el resultado, sin duda volveré a rodar combinando actores profesionales y no profesionales".

La atmósfera vivida en el rodaje de esa parte de la historia, en un pueblo donde apenas llega la televisión, contribuyó también a la comodidad de estrellas como Pitt. "Podía pasear por el pueblo sin que nadie le reconociera", dijo González Iñárritu.

"Sí, es verdad, me sentí muy libre y me pude concentrar más en mi papel", señaló Pitt quien se definió como "ciudadano del mundo" por lo que le encantó convivir con gente de diferentes culturas, tanto durante el rodaje con en la pantalla.

Los actores japoneses del film, que interpretan a un padre y su hija sordomuda, tuvieron palabras de elogio y admiración sobre el trabajo del realizador mexicano. "Fue un gran honor hacer esta película", dijo Yakusho.

Kikuchi cautivó al cineasta desde el primer momento que la vio, a pesar de que no era sordomuda, lo que estaba buscando González Iñárritu. "Pero tras la primera prueba y sabiendo que no era lo que quería no me la pude quitar de la cabeza", recordó.

"Contar con ella ha sido una de las mejores decisiones que he hecho en toda mi carrera", señaló González Iñárritu.

"Babel", con guión del también mexicano Guillermo Arriaga, consiguió en el festival de Cannes de este año varios premios, entre ellos el de mejor director, y se perfila como una de las candidatas para la próxima edición de los Oscar.

El Festival Internacional de Cine de Toronto se inauguró el pasado 7 de septiembre y se clausurará el próximo día 16, tras haber exhibido en esta su 31 edición, 352 películas de 61 países.

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