Ozzie Guillén y Sosa comienzan a darle protagonismo a los latinos.
EFE
HOUSTON, TEXAS.- La actividad dentro del beisbol profesional de las grandes ligas comienza una nueva temporada de la misma manera que terminó la de 2005, con el protagonismo de profesionales latinoamericanos.
Esta vez con los nombres propios del manejador venezolano Osvaldo ?Ozzie? Guillén, el gran triunfador de la pasada temporada al frente de los Medias Blancas de Chicago, y el toletero dominicano Sammy Sosa, que jugó con los Orioles de Baltimore.
Ambos han surgido como el centro de la actualidad, el primero con unas declaraciones fuertes sobre la manera de actuar que tuvo el pelotero Alex Rodríguez en su decisión para participar en el Clásico Mundial de Beisbol y el segundo, por dejar abierta la posibilidad de retirarse de la competición activa.
Una vez más, Guillén, en una entrevista que publica la revista especializada Sports Illustrated, es directo a la hora de valorar la participación de Rodríguez con el equipo de Estados Unidos y en la misma no sale bien parado el toletero de los Yanquis de Nueva York.
Como sucedió el año pasado, que Rodríguez fue el centro de las críticas de los peloteros de los Medias Rojas de Boston, este año Guillén se ha encargado de que se encuentre en la misma situación.
Guillén define de poco seria e hipócrita la manera como actuó y jugó Rodríguez en el proceso de decisión de la participación en el Clásico Mundial ante la disyuntiva de hacerlo con la República Dominicana o con Estados Unidos, que fue por quien al final se decidió.
"Alex estuvo besando (los traseros) de los latinos", declaró Guillén a Sports Illustrated. "¡Él sabía que no iba a jugar por Dominicana porque es consciente que no es dominicano!". A pesar que Rodríguez tiene la doble ciudadanía, el tercera base de los Yanquis de Nueva York cambió varias veces de forma de pensar con relación a su participación. Primero dijo que estaba convencido de hacerlo con el equipo de República Dominicana, luego que no podría "ofender" a ninguno de los dos países, y por lo tanto no jugaría, para al final decidirse por Estados Unidos.
Para Guillén todo este proceso no fue algo natural ni una actitud ingenua por parte de Rodríguez, sino todo lo contrario, perfectamente orquestada y sabiendo desde el principio a dónde quería llegar. "Odio a los hipócritas: Rodríguez está lleno de... (utilizó un descalificativo)", destacó Guillén en la entrevista concedida a Sports Illustrated.
Guillén va luego más allá en la valoración de la actitud tomada por Rodríguez al considerar que para nada el equipo de Dominicana lo necesita. "El equipo dominicano no lo necesita ni a él ni a su trasero. Es lo mismo que con (Nomar) Garciaparra, jugando para México. Garciaparra sólo conoce Cancún porque lo ha visitado".
Garciaparra, que este año jugará con los Dodgers de Los Ángeles, recibió la invitación por parte del equipo de México, pero no la aceptó y su argumento fue que iba a concentrarse en los objetivos que tenía como profesional con su nuevo equipo. Hasta el momento, Rodríguez, ni sus representantes han querido hacer comentarios sobre las declaraciones de Guillén.
Mientras, Sosa se ha convertido en la gran incógnita de cara a la próxima temporada ante la posibilidad de que pueda "colgar" su guante y no jugar más como profesional. Después de haber rechazado la única oferta que hasta ahora había tenido para jugar este año en las grandes ligas, la de los Nacionales, Sosa considera que es un "insulto" la falta de interés que han mostrado los equipos por sus servicios y no está dispuesto a jugar a cualquier precio, aunque piensa que podía seguir como profesional.
"Es muy probable que lo hayamos visto en uniforme por última vez", dijo Adam Katz, su agente, después de rechazar la oferta de los Nacionales. Sosa, de 37 años, con 588 cuadrangulares se encuentra en quinto lugar en la lista de peloteros de todos los tiempos y sería el primer latino que llegase a la marca de los 600, algo que sólo han conseguido otros cuatro peloteros más.
Pero el pelotero de San Pedro de Macorís, el año pasado con los Orioles sólo bateó para .221 con 14 jonrones y 45 carreras producidas después de haber dejado a los Cachorros de Chicago y firmar como agente libre. Los Nacionales le ofrecieron a Sosa un contrato no garantizado, que incluía bonos por rendimiento, algo que sólo se hace con los peloteros sobre los que se tiene dudas en su producción.
Sin embargo, para Katz la filosofía de Sosa no es conseguir un buen contrato o alcanzar los 600 jonrones, sino que sepa que va a jugar regularmente y pueda demostrar todo el potencial que todavía tiene como profesional. "Sosa tiene sus propias expectativas de rendimiento y no quiere que le suceda lo del año pasado con los problemas de las lesiones", destacó Katz.
Un manejador que conoce muy bien a Sosa, Dusty Baker, de los Cachorros está convencido que al final el toletero de San Pedro de Macorís no sólo va a encontrar a un equipo que le dé su confianza sino que va a seguir demostrando todo el poder con su bate. "Las lesiones afectan a todos los peloteros y eso es lo que le ha sucedido a Sammy en las dos últimas temporadas, pero no debemos olvidar que es el quinto mejor jonronero de todos los tiempos", destacó Baker. "Estoy convencido que va a tener empleo este año".
Baker también dijo que la motivación de llegar a los 600 jonrones debe ser algo que al final pese en la decisión de Sosa, al que consideró un gran profesional y que ha hecho una gran aportación en la recuperación de popularidad del beisbol con el duelo de cuadrangulares que protagonizó junto a Mark McGwire para batir la marca individual de Roger de Maris, que la había establecido en 61.
