INFIELES
Te suenan campanas
llenas de alegría
te endulzan los tímpanos
te tocan trompetas de la insensatez
y tú cual ilusa
caes en ese juego
algo te palpita
por ahí al revés
rechinan tambores, bello es lo prohibido
surge el halago, es bien recibido
se rasga el silencio y tú has sucumbido
te tocan clarines de la idolatría
y si él no decide por siempre callar?
Quien lo adivinara que tu alma vacía
se goza con poco, migajas roía
recoge las sobras y se va a rodar
y tú muy oronda aunque el viento zumba
no te has dado cuenta que cavas la tumba
de todos aquéllos a tu alrededor
y que como ola que deja su espuma
se va de la escena dejando su hedor.
Del libro:
En el Alarido de lo Inmarcesible.