VIVENCIAS
Vivimos dos actitudes:
las mañanas, sin provecho;
las tardes son mutiladas;
las noches, desperdiciadas
y son Los días incompletos.
Y mañana: el entusiasmo,
los ímpetus, y el empuje;
el deber que nos exige
amar con plena alegría
recibiendo la esperanza
de vivir un nuevo día.
Del libro:
En el Alarido de lo Inmarcesible