Los requisitos para las damas de honor son "ser soltera, estudiante universitaria, 160 centímetros de altura y apariencia 'ni bonita ni fea'".
Pekín, (EFE).- La superstición de que si una joven ejerce de dama de honor en más de tres bodas se quedará soltera ha obligado a los novios chinos a pagar a universitarias para poder cumplir con esta tradición.
El déficit de damas de honor ("ban niang") y de acompañantes del novio ("ban lang") se ha agudizado por ser éste el Año del Perro, propicio para casarse por contar con dos primaveras según el calendario lunar.
La tradición
La boda en China es un trámite que se soluciona en el Buró de Asuntos Civiles, donde por 14 yuanes (1.7 dólares) se entrega a la pareja un certificado matrimonial. Y a partir de ahí se pone en marcha la pesada maquinaria de la tradición.
La novia tiene que esperar en la casa paterna a que el novio, acompañado por familiares y un "ban lang", venga a reclamarla. Estos tienen que llamar a la puerta varias veces para que alguien abra, y la dama de honor tiene que poner obstáculos al novio para evitar que entre.
Cuando la puerta se entreabre, el novio entrega varios "hong bao" (sobres con dinero) para convencer a la familia y poder invitar a la novia a subir al automóvil y dirigirse al lugar del banquete de un día.
La dama de honor, perfectamente ataviada, acompaña a la novia desde casa, llevará la cola del vestido nupcial y beberá con la pareja en los brindis, aunque en menor medida que el "ban lang".
Este se encarga de comprar caramelos, cigarrillos y "bai jiu" (aguardiente de arroz) y preparar los "hong bao".
"Es bueno que el elegido no sea muy introvertido y que sea capaz de beber mucho", dice Lily, otra novia a punto de casarse. "Tienen que beber y descansar, para cuidar su salud", explica Yang, un profesor universitario que cree que este oficio puede ayudar al estudiante "a conectar con la sociedad y a ganar un dinero".
El protocolo de una boda exige, al grito de "gan bei" ("vaso vacío"), infinidad de brindis para atraer los buenos augurios, y el "ban lang" se ocupará de ayudar al novio en esa dura tarea, incluso de beber más que él para preservar la salud del recién casado sin hacerle perder honor.
Los requisitos para las damas de honor son "ser soltera, estudiante universitaria, 160 centímetros de altura y apariencia 'ni bonita ni fea'", dice un entrevistado. "Tienen que ser estudiantes porque pueden trabajar a tiempo parcial durante las vacaciones, cuando se celebran las bodas, y son rápidos improvisando".
Ellos tienen que medir al menos 170 centímetros, tener elocuencia y, de nuevo, "ni guapos ni feos".
