México siempre ha sido un país de contrastes. Así mientras los 47 países que integran el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU acordaron ayer que nuestra nación ejerza la presidencia de este órgano en su primer año de existencia y que inicie consultas entre los estados miembros para definir sus principios básicos de funcionamiento, el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), José Luis Soberanes Fernández, afirma que el informe de Human Rights Watch respecto a los grandes pendientes en materia de derechos humanos en México, se queda corto.
De visita en La Laguna para impartir una conferencia, José Luis Soberanes Fernández comenta que la respuesta del Gobierno Federal a los grandes temas en violaciones a los derechos humanos “ha sido una burla, porque se han creado estructuras, oficinas, comisiones y fiscalías que no han servido más que para incrementar la masa burocrática; a tres años de todo eso, no se ha hecho nada”.
Estas declaraciones se suman a las realizadas por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México cuando asegura que el uso desproporcionado e indebido de la fuerza en Atenco, por parte de los servidores públicos, “demerita el respeto y la efectiva realización de los derechos humanos en el país e impacta de manera negativa en la vigencia del estado democrático en México”.
Para el Alto Comisionado es reprobable y reprochable que fuerzas policiales actúen con tal desenfreno y en total desapego al Estado de Derecho, pues eso sólo revela falta de preparación, capacitación y, lo que es peor, carencia de mística de pertenencia a una institución de la República.
En este contexto algunas Organizaciones No Gubernamentales (ONG’s) consideran que México debió retirar su candidatura para pertenecer al Consejo de Derechos Humanos de la ONU hasta resolver “las graves” violaciones a las garantías ocurridas en Michoacán y Atenco.
La responsabilidad que adquiere México a nivel internacional no es menor, ya que los primeros países en someterse al escrutinio sobre el respeto a los derechos humanos deberán ser los propios miembros del CDH, que al presentarse como candidatos ofrecieron contribuir con el ejemplo a elevar el respeto a las libertades fundamentales. Esperemos por el bien de la sociedad en su conjunto, que nuestra Nación haga un papel decoroso en el Consejo de las Naciones Unidas.
