Un noble ejemplo hace fácil la acción más difícil
La Biblia en el Génesis dice: ?Seréis como dioses?, refiriéndose al comportamiento ejemplar que debemos observar los humanos. Y Goethe, por su parte, escribió: ?Un noble ejemplo hace fácil la acción más difícil?. Ponemos ejemplos porque queremos enfatizar un caso o hecho que se refiere para que se siga e imite o para que se evite y huya, según sea bueno o malo.
Pues bien, Lucilio le pide a su gran amigo el pensador Séneca, que le comunique algunos medios eficaces que haya encontrado para su perfección espiritual y para su felicidad. Séneca, accede a la petición de Lucilio y le dice, en una parte de su Epístola VI, lo siguiente:
?Todo quiero trasmitirlo, porque no gozo en aprender algo sino para enseñarlo a los demás, y nada me satisfará nunca, por grande y provechoso que sea, si no puedo saberlo más que para mí. Si se me ofreciere la sabiduría a condición de tenerla oculta y no comunicarla a nadie, la rechazaría. La posesión del bien no regocija si no se tiene compañero. Te enviaré, pues, los libros de que he obtenido estos medios y les pondré notas para que no pierdas el tiempo en buscar lo que contienen de bueno y puedas ver inmediatamente los pasajes que apruebo y admiro. Más te aprovecharía sin duda la viva voz y conversación que la lectura. Necesario es tener las cosas ante los ojos; primeramente porque los hombres suelen dar más crédito a la vista que al oído y además porque el camino es más corto y eficaz por los ejemplos que por los preceptos.
Cleanto no hubiere comprendido bien a Zenón si solamente le hubiera escuchado. Vivió con él, penetró en sus secretos y observó si vivía según sus máximas.
Platón, Aristóteles y todos los filósofos que se dividieron en diferentes escuelas, aprendieron más de las costumbres que de la doctrina de Sócrates. No la enseñanza, sino el trato de Epícuro, formó los grandes hombres de Metrodoro, Hermarco y Polenio. No te hablo de esta manera para que aproveches para ti solo, sino para que aproveches también para otro; así nos seremos útiles unos a otros?.
Séneca es para mí, con seguridad, el pensador que más me consuela y fortalece en mis momentos difíciles.
Su profundidad sicológica, su gran experiencia y su inmensa valentía que tuvo ante la muerte, son de lo más admirable. Fue consejero del Emperador Nerón y éste criminal le ordenó que se quitara la vida y lo hizo de manera ejemplar en presencia de su esposa, de sus amigos y de los soldados de Nerón, sin el menor lamento y sin un ápice de tristeza.
Séneca en lo que le escribe a su amigo Lucilio le aconseja que nuestros bienes de nada nos sirven si no tenemos con quién compartirlos.
Esa es la tragedia de los codiciosos y de los avaros, que aún en la opulencia, ponen más atención en guardar con mil cadenas sus riquezas, que compartirlas con los demás y con sus seres queridos. El corazón de todo codicioso es un corazón seco y no permeable a la vida. Y en cambio el corazón del generoso está repleto de vida para todos. Por eso, mucha razón tenía el poeta alemán Goethe, que decía que sólo podía ser feliz aquella persona que tuviera capacidad de dar, de compartir y darse a los demás.
Y también Séneca le aconseja a Lucilio la importancia de la conversación, pues el estar en contacto con los demás, constituye uno de los más grandes placeres de la vida, como bien lo dijo el pensador jesuita Baltazar Gracián. No esperemos a encontrar grandes inteligencias para tener conversaciones extremadamente agradables. Tenemos suficientes personas a nuestro alrededor que realmente queremos y con quienes conversando con mucha más frecuencia, enriqueceríamos enormemente nuestra vida tanto en conocimientos como en placeres y felicidad.
Y una o varias de esas personas, así como se lo dijo Séneca a Lucilio, podrían constituir ejemplos admirables en nuestra vida. Critilo nos aconseja: ¡Ya: no esperemos más; vayamos a su encuentro!
Agradeceré sus comentarios: palabrasdepoder@yahoo.com.mx