Nuestro corazón y nuestra intuición serán nuestros mejores instrumentos
Preocupaciones, angustias y temores aplastan nuestro ánimo, porque equivocadamente creemos que la Naturaleza nos exige mucho para vivir. GOETHE ya nos decía que contamos con nuestros cinco sentidos, lo que nos basta para estar suficientemente pertrechados para hacerle frente a la vida con éxito. El poeta romano LUCRECIO en su brillante poema, que es todo un libro, ?De la naturaleza?, escribió: ?Escuchad la voz de la naturaleza. ¿Qué os exige, sino un cuerpo exento de dolor y una mente alegre, libre de temores e inquietudes??. Pero al no creer nosotros que la Naturaleza nos dotó prodigiosamente para meter las manos de lleno en la vida y sacar de ella placeres y bienes suficientes para nuestra existencia, incrédulos en el gigantesco poder de la Naturaleza, le damos la espalda, y sucede lo que el mismo LUCRECIO nos advirtió en su excelso poema: ?Por todo el cuerpo, cuando el ánimo se aterroriza, sobrevienen sudores, palidez. Falla la lengua, aborta la voz, vacilan los ojos, zumban los oídos y todo el organismo flaquea?.
La Naturaleza es nuestra aliada, porque como dijo EMERSON, ?no soporta que se mantenga en sus reinos nada que no pueda ayudarse a sí mismo?. Y nos sigue diciendo: ?La génesis y maduración de un planeta, su peso y su órbita; los árboles inclinados por el temporal, inclinándose de nuevo; los recursos vitales de todo animal y de toda planta, son demostraciones del alma que se basta a sí misma y, por consiguiente, que confía en sí misma?.
¡Desgraciadamente no creemos que la Naturaleza nos haya dado los instrumentos necesarios para operar con éxito en la vida y además tampoco creemos que sea nuestra aliada!
Y desgraciadamente también, somos esclavos de amigos, clientes, temores irracionales, de enfermedades que podemos vencer, de nuestra esposa, hijos y de todos aquellos que creen saber mejor que nosotros qué debemos hacer y en qué emplear las dotes que la Naturaleza nos dio. ¡Por supuesto, que debemos cumplir con nuestras obligaciones de cónyuges, padres, amigos, pero jamás ser sus esclavos!
Cumplidas nuestras obligaciones, no debemos aceptar cargas ni molestias indebidas, pues esa docilidad nos convierte en seres débiles y juguetes de los demás, lo que nos impide explotar lo más sagrado de nuestros sueños y de los talentos que la Naturaleza nos dio.
Recordemos que ya la misma Biblia lo advirtió en San Mateo 25.24: ?Llegándose el que había recibido cinco talentos (valor en dinero), presentó otros cinco, diciendo: ?Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes otros cinco que he ganado?. Díjole su Señor: ¡Bien, siervo bueno y fiel!; has sido fiel en lo poco, te pondré por eso al frente de lo mucho; entra en el gozo de tu Señor?.
Critilo nos pide que seamos absolutamente dóciles en todo aquello que la Naturaleza nos indica a cada uno de nosotros; si estamos dispuestos a escucharla, nuestro corazón y nuestra intuición serán nuestros mejores instrumentos, y jamás nos equivocaremos. ¡Ya no seamos esclavos de lo que los otros nos dicen lo que somos y lo que debemos hacer!
Recuperemos nuestra libertad, y a todas las ventanas de nuestra alma entrarán vientos de frescura, iluminación y fuerza. Critilo sugiere que reflexionemos muy bien en la siguiente sabia y profunda reflexión del GOETHE:
?Cuanto más tiempo vivo, más me irrita ver al hombre ?que en realidad ocupa el sitial más elevado para dominar a la naturaleza y liberarse a sí mismo y a los suyos de la coacción de la necesidad-, más me irrita ver, digo, cómo el hombre, a impulsos de alguna falsa idea preconcebida hace exactamente lo contrario de lo que quiere, para luego, cuando su proyecto se va a pique en líneas generales, chapucear penosamente con los detalles?.
Agradeceré sus comentarios: palabrasdepoder@yahoo.com.mx
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