Una muerte honrada es mejor que una vida vergonzosa
El gran poeta estadounidense WILLIAM WORDSWORTH, escribió en los ?Recuerdos de un viaje a Italia?: ?La fe es el alma del hecho?. Y el filósofo español MIGUEL DE UNAMUNO dijo: ?La fe es, ante todo, sinceridad, tolerancia y misericordia?. Y por su parte, ANTONIO GARCÍA GUTIÉRREZ afirmó: ?La fe ennoblece y la malicia afrenta?.
Las tres anteriores reflexiones sobre la ?fe?, no son en el sentido de una creencia en Dios, sino que dan el significado de una ?fe? conectada con lo auténtico, con lo opuesto a lo malo y perverso. Y estos son los significados que buscamos para el tema de esta Columna, que trata sobre La Buena Fe. Esta frase alude a una de las manifestaciones más sublimes y puras del espíritu humano. Cuando actuamos con Buena Fe, no nos estamos apoyando necesariamente en la verdad ni en la realidad. Un perverso puede decir la verdad al afirmar que dos más dos son cuatro, pero jamás un corazón corrompido por la maldad podrá actuar de Buena Fe. La Buena Fe, está conectada directamente con la rectitud y con la honradez. Estas dos últimas virtudes nada tienen qué ver con la inteligencia ni con la cultura. De hecho, conocemos a personas excepcionalmente inteligentes y cultas, y a la vez, horrendamente perversas y malvadas. Bien lo dijo el trágico griego SÓFOCLES: ?¿Qué gloria más grande puede haber para un hijo, que la conducta honrada de su padre??.
Y el gran historiador romano TÁCITO, le daba un enorme valor a la honradez: ?Una muerte honrada es mejor que una vida vergonzosa?.
Una persona que actúa con Buena Fe, no necesariamente está afirmando que tiene la razón, sino simplemente está exponiendo que lo que cree es cierto; o al menos, que su actuar y su decir se apegan a lo sincero. Por ello, la sinceridad es un factor indispensable de toda Buena Fe. En este sentido, la sinceridad es la falta de fingimiento en el modo de expresarse; y lo es también en el modo de actuar. FRIEDRICH VON SCHLEGEL escribió: ?Existe una bella sinceridad que se abre como una flor solamente para exhalar su perfume?. Y no podía ser de otra manera: la más aromática fragancia ha sido siempre lo puro, lo bueno y lo auténtico.
El filósofo UNAMUNO escribió una sólida reflexión sobre la sinceridad, que es la base de toda Buena Fe; así lo dijo MIGUEL DE UNAMUNO: ?¡Sinceridad! ¡Santo anhelo de desnudarse el alma, de decir la verdad siempre y en todo lugar, y mejor cuanto más intempestiva e indiscreta la crean los prudentes según la ley! ¡Santo anhelo de poner al descubierto y a la frescura del mundo nuestro espíritu para que se airee y vivifique!?.
Critilo quisiera añadir un elemento más en toda palabra o acto de Buena Fe: la bondad. Esta virtud consiste en la natural inclinación que una persona tiene por hacer el bien. Sería prácticamente imposible que un corazón corrompido y malvado tuviera una inclinación por hacer el bien; si tuviera esa inclinación, su alma no estaría manchada por los vicios y la perversidad. ¡Y claro, que toda bondad lleva implícita un elemento de ingenuidad bondadosa; esto lo vio claramente el filósofo y orador romano CICERÓN, al escribir: ?Cuanto mejor es una persona, más difícilmente sospecha de la maldad de los demás?. ¡No cabe duda, que el mundo sería mucho mejor si reinara la Buena Fe!
Agradeceré sus comentarios: palabrasdepoder@yahoo.com.mx
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