Las autoridades de la India continúan las investigaciones para determinar la responsabilidad de la serie de atentados que azotaron el Metro de Bombay.
AP/EFE
Nueva Delhi, India.- Una cadena de cruentos atentados causó pánico y enlutó ayer a la India. Al menos 180 personas murieron y 714 resultaron heridas por siete bombas que estallaron en horas pico en trenes abarrotados de Bombay, causando el caos en la capital económica de la India y la declaración de la alerta en el país.
En una conferencia de prensa, el secretario de Interior de la India, V K Duggal, indicó que de los 183 fallecidos, 123 han sido identificados mientras 72 siguen pendientes de identificación.
La cifra de muertes ha ido en ascenso constante desde los atentados del martes a medida que se han hallado más cadáveres y fallecen los heridos de mayor gravedad.
El secretario del Interior indio, V.K. Duggal, declaró que por el momento se tienen pocas pistas sobre quién pudo realizar los ataques, por lo que no se ha realizado ningún arresto relacionado.
Las fuerzas de seguridad han acordonado las principales intersecciones, estaciones de tren y puntos de entrada y salida de la ciudad, además de instalar puestos de control en las calles y carreteras de Bombay.
Las explosiones se produjeron con una diferencia de media hora, sobre las 18:00 hora local, en vagones de primera clase de trenes suburbanos abarrotados de trabajadores que volvían tras su jornada laboral a sus casas, a las afueras de la metrópoli india, habitada por 18 millones de personas.
Las bombas dejaron escenas de pánico en las siete estaciones afectadas mientras muchos vagones quedaron convertidos en amasijos de hierro, con enormes boquetes abiertos en su ensamblaje.
El primer ministro indio, Manmohan Singh, hizo un llamamiento a la calma, condenó con firmeza estos actos y reafirmó el compromiso de su Gobierno para ?luchar contra el terrorismo en todas sus formas?.
La hipótesis que barajan las autoridades indias es que los explosivos, muy potentes, fueron accionados mediante temporizadores, mientras los medios han comenzado a especular con una eventual implicación de grupos islámicos basados en la Cachemira paquistaní.
El presidente de Pakistán, general Pervez Musharraf, condenó ?con firmeza? los atentados de Bombay mientras la portavoz del Ministerio de Exteriores, Tasneem Aslam, negaba tajantemente que algún grupo extremista islámico paquistaní estuviese involucrado en la masacre.
Varios medios indios han relacionado los atentados de Bombay con los cinco ataques con granada ocurridos ayer en la ciudad de Srinagar, en la zona de Cachemira bajo control de Nueva Delhi, que causaron ocho muertos, aunque nadie ha reivindicado de momento los ataques.
Hasta el momento no se ha hablado en la India de la posibilidad de un atentado de la red terrorista Al Qaeda, pese a las similitudes con los ataques perpetrados por esa organización el 11 de marzo de 2004 en Madrid y el siete de julio de 2005 en Londres.
El Gobierno indio ha declarado la alerta en todo el país, especialmente en lugares como Nueva Delhi y el estado de Maharahstra, donde se encuentra Bombay, además de en los aeropuertos, donde se ha redoblado la seguridad.
Las siete bombas estallaron en las estaciones de Matunga Road, Khar, Jogeshwari, Borivali, Bhayender, Mira Road y Mahim, y parecen haber sido activadas mediante un temporizador, según las cadenas de televisión indias.
Los hospitales de Bombay se encuentran desbordados por la avalancha de heridos provocada por los atentados. Vilasrao Deshmukh, jefe de Gobierno del Estado de Maharastra, cuya capital es Bombay, informó que ha pedido a los hospitales privados de la ciudad que atiendan a los heridos y les ha asegurado que las arcas públicas se harán cargo de los costos.
A falta de ambulancias, muchas de las víctimas tuvieron que ser trasladadas a los hospitales a pie, en taxis o en vehículos privados, y muchos heridos tuvieron que ser llevados de ese modo tras ser rechazados en centros médicos que se encontraban saturados.
Algunos testigos se han quejado de la lentitud en reaccionar tanto de las autoridades, como de los equipos de rescate, según informó la agencia de noticias india PTI.
Las redes de telefonía fija y móvil en todo Bombay han permanecido bloqueadas durante varias horas por sobrecarga y muchas familias han recurrido a las cadenas de televisión y de radio para enviar mensajes a sus familiares en los que les decían que se encontraban bien.
Los atentados de ayer son los más graves ocurridos en la India en la última década, después de los registrados en 1993 en la misma Bombay, cuando una serie de atentados acabaron con la vida de 257 personas y causaron mil 400 heridos.
En Nueva Delhi, 62 personas murieron y 200 resultaron heridas en una cadena de bombas en varios mercados de la capital, abarrotados por las compras de Diwali, la Navidad india, en un ataque en serie achacado a los grupos radicales cachemires.