EL SIGLO DE TORREÓN
SAN PEDRO, COAH.- La vida ha sido injusta para José Ángel Valadez Burciaga, quien sin tener culpa purgó una pena de casi cuatro años de cárcel, acusado de posesión y transporte de enervantes. Su esposa lo engañó con otro y lo despojó de sus pocas propiedades. Ahora está a expensas de los jornales que genera el ciclo agrícola.
Vecino del ejido El Retiro, municipio de San Pedro, José Ángel, de 53 años de edad, vive solo en un humilde jacal, donde transcurren los días hundido en sus recuerdos y en las malas experiencias que le ha dado la vida.
Sus problemas empezaron hace seis años, el 19 de abril de 2000, cuando a bordo de su camioneta circulaba por la carretera vecinal San Rafael-La Victoria y de pronto se encontró con un conocido del que no recordó su nombre que estaba pidiendo un ?aventón?.
?Como lo conocía, se me hizo fácil hacerle el favor, sin saber en el conflicto en que me iba a involucrar. Nunca me fijé el momento que la bolsa que llevaba la puso debajo del asiento, donde la encontró la Policía?, recordó.
Expresó que fueron agentes de la Policía Municipal y la Estatal los que vieron cuando abordó su vehículo el sujeto en mención, quien para entonces ya tenía antecedentes por el delito de robo y había estado en la cárcel en varias ocasiones.
?La patrulla nos alcanzó kilómetros adelante y los agentes ordenaron que detuviera la marcha de mi unidad, por lo que acaté la disposición, pues no tenía nada qué temer?, dijo el jornalero.
Tras la revisión corporal que por rutina llevan a cabo los policías, procedieron a investigar en el interior de la camioneta, encontrando bajo el asiento, del lado del pasajero, una bolsa de plástico en cuyo interior había medio kilogramo de marihuana.
?El hallazgo me dejó frío. Luego relacioné la presencia de la droga con la persona a la que le di ?raid?, pero esto de nada valió, nos detuvieron a los dos y luego de un proceso fui sentenciado a tres años y nueve meses de cárcel que cumplí en el Cereso de Torreón. A mi acompañante sólo le dieron cinco meses?, refiere José Ángel.
Casado en segundas nupcias con María Inés Contreras Cortinas, Valadez Burciaga recibió el apoyo moral de su cónyuge quien luego de dos años y cinco meses se cansó de hacer las visitas al penal y ya no regresó más.
?Ya desde antes me enteré que se había juntado con otro hombre que resultó ser el ex esposo de una de sus hijas, por lo que cuando me envió los papeles del divorcio, le pedí que vendiera el terreno y la casa de El Retiro y la cantidad que obtuviera nos la dividiéramos en partes iguales, ya que el contrato matrimonial se firmó por bienes mancomunados?, expresa.
Así lo hizo María Inés, pero nunca le llevó el dinero correspondiente a su parte, por lo que tuvo que esperar a cumplir con su sentencia par una vez en libertad, comenzar con el juicio correspondiente para exigirle le entregara su parte.
?Desde entonces he ido y venido a numerosas instituciones. La última es la Defensoría Pública Integral, pues en la mayoría me han puesto una serie de trabas interminables. Creo que mi ex mujer ya sobornó a los funcionarios?, dijo en tono melancólico y resignado.
Muy afectado emocionalmente por las amargas experiencias de la vida, José Ángel vive solo en un pequeño jacal ubicado en el ejido El Retiro, donde actualmente elabora adobes para vender y así poder sostenerse, pues está a expensas de los jornales que se generan durante los ciclos agrícolas.
Pese a todas sus vicisitudes, el jornalero no pierde las esperanzas que las autoridades, algún día, le hagan justicia.