Ayudará el equipo de cinco personas en las labores de rescate de 65 mineros en Coahuila
EL UNIVERSAL-AEE
MÉXICO, DF.- Un grupo de salvamento de Estados Unidos llegó ayer a la Ciudad de México para ayudar en el rescate de 65 mineros atrapados en la mina Pasta de Conchos desde la madrugada del domingo en el estado norteño de Coahuila, informó una fuente oficial.
Un funcionario del Instituto Nacional de Migración (INM) del aeropuerto capitalino detalló que una delegación formada por cinco personas llegó, las cuales serían trasladadas en las próximas horas a Coahuila por vía aérea.
?Poco después de las 12:00 horas locales (18:00 Tiempo del Meridiano de Greenwich GMT, por sus siglas en inglés) llegó este grupo sin ningún problema y de inmediato fueron atendidos?, señaló la fuente.
El domingo una explosión de gas grisú en la mina de carbón Pasta de Conchos causó un derrumbe a unos 500 metros de la boca de la mina cuando dos grupos de mineros trabajaban en galerías ubicadas a distancias de 2.5 a tres kilómetros del exterior.
Portavoces de la Secretaría de Gobernación dijeron que desde el lunes pasado hay una ?alerta? de agentes migratorios en los aeropuertos de Coahuila, Monterrey y Ciudad de México para agilizar el paso de estos grupos de rescate.
?Hay instrucciones precisas en todos los aeropuertos, principalmente en los de la capital mexicana, Nuevo León y Coahuila para que agentes migratorios den a estos grupos atención inmediata y puedan facilitarles su ingreso?, sostuvo un portavoz de Gobernación.
La misma fuente negó versiones en México que apuntan a que los socorristas habrían tenido dificultades para entrar en el país por falta de personal migratorio.
?Una bomba de tiempo?
Raúl Álvarez solía trabajar en la mina y dijo que abandonó su empleo porque las condiciones eran terribles. El hombre pasó dos días sin dormir en la puerta principal, esperando alguna noticia sobre el destino de su hermano y de dos cuñados.
?Esa era una bomba de tiempo, faltaba mucha seguridad allí adentro?, dijo sobre la mina, donde los trabajadores ganan alrededor de 60 dólares por semana.
?No pierdan las esperanzas. El trabajo que estamos realizando es precisamente para sacar sobrevivientes, no cadáveres?, había dicho el líder de los rescatistas, Josué David Beltrán, ante cientos de personas reunidas en la mina el martes por la noche.
?Los rescatistas están haciendo todo lo humanamente posible, pero el Gobierno y la empresa no hicieron lo que les correspondía?, dijo Yadira Gallegos, cuyo cuñado está entre los mineros atrapados. ?No les daba (a los mineros) la seguridad que ellos merecían?.
La mina es propiedad de Grupo México GMEXICOB.MX>, que ha negado las acusaciones del sindicato y de las familias y aseguró que está haciendo todo lo posible por rescatar a los mineros.
INDIGNA EXCAVACIÓN DE FOSAS
Familiares de los mineros atrapados en la mina de carbón Pasta de Conchos protestaron ayer por la excavación de fosas en el cementerio municipal, debido a que aún no se tiene información de muertos o sobrevivientes.
Anselmo Briseño, familiar de dos de los 65 trabajadores que permanecen en el interior de la mina donde el pasado domingo ocurrió una explosión, calificó de irresponsable a las autoridades por llevar a cabo la excavación de 20 fosas.
En tanto, en el panteón Santa Rosa ubicado en la carretera 29 entre los poblados de Nueva Rosita y Palaú, Coahuila, desde ayer personal del lugar comenzó a cavar unas 20 tumbas previendo que en las próximas horas inicie la recuperación de los cuerpos de mineros.
El administrador del cementerio, Raymundo Arredondo, declaró que estos trabajos se efectúan debido a la experiencia que se tiene en este tipo de accidentes.
Señaló que de esta forma, se evita trabajar a contratiempo una vez que se inicie el rescate de los cuerpos de los mineros, aunque hasta el momento se desconoce el número de víctimas y sobrevivientes.
Por su parte, el gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés, dijo que se realizará una investigación para ver quien dio la orden al respecto.
?Me siento (...) desesperada. Está mucha gente trabajando, pero no creo que sepan lo que están haciendo. No tienen los medios, necesitan mejores aparatos?, dijo María Teresa Contreras, una mujer de 30 años que pasó los últimos cuatro días a las puertas de la mina, sollozando y esperando noticias de su marido atrapado en las profundidades.