A raíz de un choque, uno de los autos se proyecta contra Francisco Saldaña quien termina prensado en un remolque
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- ?¡Yo maté a un señor! ¡Yo maté a un señor! ¡Perdóname!?, grita envuelta en lágrimas Diana Torres, de 20 años, quien tras las rejas es consolada por su tío Gerardo. En la celda contigua Fernando Chávez recibe la visita de su familia. Los dos detenidos participaron en un choque donde falleció un peatón que luego de ser atropellado, acabó incrustado entre un auto y un remolque.
El fatal accidente ocurrió a las 8:15 horas, en el crucero de la avenida Morelos y la calle Leona Vicario; los dos conductores alegan luz verde a su favor.
Francisco Javier Saldaña Chávez, de 36 años, casado, empleado, encontró la muerte. El hombre caminaba por la banqueta a su trabajo cuando un auto fuera de control lo tomó por la espalda.
?Yo vi cuando el señor corría para sacarle la vuelta al carro pero luego cayó en el cofre y después chocaron contra el remolque?, dice José Fernando Chávez García de 23 años, conductor de uno de los autos involucrados en el accidente.
Con el rostro pálido, heridas cortantes en sus manos, el pantalón de mezclilla manchado en forma abundante por la sangre del finado, Diana Torres Ramírez, de 20 años se muestra perturbada, dice que no puede borrar las imágenes de su mente.
Diana trabaja en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, conducía un auto Nissan modelo 93, color negro, y circulaba por la avenida Morelos de oriente a poniente. Dice que iba a comprar unas cosas en la Plaza de Armas. ?Nunca había chocado?, aclara.
José Fernando es estudiante y manejaba un auto VW Jetta modelo 88, color gris, transitando por la Leona Vicario de norte a sur. ?Venía con mi mamá, la llevé a cobrar a la subdelegación del Seguro, íbamos a desayunar, no tenía prisa?, comenta el joven.
En el lugar del accidente la escena era sorprendente. Decenas de curiosos permanecían atentos, y en el lugar se veía al auto Nissan negro con el toldo incrustado en el remolque propiedad de Teléfonos de México. La gente pensaba que había fallecido el conductor, hasta que los cuerpos de rescate hicieron su trabajo.
Personal de la Cruz Roja brindó atención a los lesionados en el percance. Agentes de la Dirección de Seguridad Pública y de Tránsito de inmediato avisaron a Peritos y el Ministerio Público sobre lo sucedido. Los Bomberos llegaron con equipo hidráulico para liberar el cuerpo. Tararon más de media hora.
LA TRAYECTORIA
El croquis del agente de Peritos del Tribunal de Justicia indica que el auto Nissan iba de oriente a poniente por la Morelos, al llegar a la Leona Vicario es chocado en su parte lateral derecha con la parte frontal izquierda del auto VW Jetta.
Con el impacto el auto negro avanza en diagonal a su izquierda, invade el carril contrario y se sube a la banqueta dañando una palma. De espalda se encontraba el peatón que trata de evadir al auto.
El vehículo avanza con el peatón estrellado en el parabrisas y antes de impactarse de frente contra una gran palmera vira a la derecha y toma la calle, avanzando en el espacio para estacionar los autos, en sentido contrario.
El peritaje indica que el peatón fue arrastrando 38.6 metros desde el punto de impacto hasta terminar prensado en un remolque gris, que contiene una planta de energía eléctrica que tiene cables que pasan por la banqueta y se conectan con el edificio de Teléfonos de México (Telmex).
SITUACIÓN LEGAL
Francisco Javier trabajaba para una empresa subcontratada por Teléfonos de México. Momentos antes del accidente estacionó su camioneta en una pensión por la calle Leona Vicario. Fueron sus compañeros los que se enteraron primero de la fatal noticia.
Después de ser liberado de los fierros retorcidos, el cuerpo fue enviado al anfiteatro del Hospital Universitario para la autopsia de rigor.
La agente del Ministerio Público de delitos contra la Vida y la Salud de las Personas, Liliana López de la Cruz, informó que el finado fue identificado judicialmente por Miguel Esparza Vega, cuñado y Miguel Esparza Hernández, yerno.
Será la misma representante social la que se encargara de hacer los peritajes e investigaciones correspondientes para deslindar responsabilidades en el accidente.
Mientras tanto en la cárcel municipal José Fernando recibe consuelo; Diana esta asustada y le pide a su tío Gerardo que la ayude, dice que no quiere preocupar a su padre enfermo. ?¡Yo maté a un señor!?, repite la joven. ?Hija, no te preocupes, fue un accidente, todo va a estar bien?, contesta el hombre y abraza a su sobrina.
Termina agonía
Un ciclista que fue atropellado la noche del jueves 20 de julio, perdió la vida en la clínica 16 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Sobre el responsable se informó que huyó del lugar.
En la agencia del Ministerio Público de delitos contra la Vida y la Salud de las Personas se informó sobre la muerte de José Arturo Salazar Gallegos, de 46 años de edad.
El finado tenía su domicilio en la calle J número 104, de la colonia La Fe y sufrió un traumatismo craneoencefálico, según el reporte del médico legista.
En el Tribunal de Justicia Municipal se elaboró una bitácora del accidente ante la evasión del responsable, que fue señalado como el conductor de una camioneta Ford Lobo color blanca o plateada.
Eran las 20:30 horas del citado jueves cuando ocurrió el accidente en el bulevar Revolución y la calle Cepeda, según consta en el servicio de la Cruz Roja.
El médico del Tribunal determinó que José Arturo estaba desorientado, presentó vómitos, tenía otorragia y heridas en un costado de la cabeza. En el lugar del accidente se aseguró un espejo retrovisor, con el que fue golpeado el ciclista.
También fueron valoradas las lesiones como las que sí ponen en peligro la vida y tardan en sanar más de 15 días. A las 21:00 horas del día 31 de julio, el ciclista dejó de existir.