Qué gran satisfacción tuve cuando mi hija Sofía la menor, que entonces contaba con seis años de edad corrió a proteger a ?Blancanieves?, retirándola con mucho cariño del paso del automóvil cuando nos disponíamos entrar a casa, le hablaba suavemente y le ayudó a incorporarse con una ternura como tratándose de disculpar por interrumpir su sueño. ?Nieves? como le decimos de cariño es una perrita Samoyedo que llegó a casa hace más de catorce años, realmente estaba en venta en la clínica con otras mascotas cuando contaba con tres meses de edad, pero mis hijos al verla inmediatamente se encariñaron de ella y a partir de ese día pasó a ser un miembro más de la familia. La mayor de mis hijas Carolina contaba con siete años de edad, Alejandra cumplía alrededor de los seis años y Paco tan sólo con cuatro años de edad. Sofía la más pequeña, aún le faltaban cuatro años por nacer, así que prácticamente mis cuatro hijos y ?Blancanieves? han crecido y vivido juntos la etapa más bonita de la vida, la infancia.
A mi hija Sofía le preocupa mucho la salud de su mascota, precisamente ella fue la primera que dijo que estudiaría veterinaria igual que su padre, actualmente Alejandra cursa el segundo año de esta profesión, Sofía es quien me ayuda a darle los medicamentos a ?Nieves? cuando se enferma, se siente muy responsable por delegarle tan importante tarea, en ocasiones me visita en la clínica para ayudarme a trabajar y constantemente lleva a su mascota para revisión y estética.
Un perro de más de 14 años es un anciano y presenta enfermedades relacionados con la edad: artritis, disminución visual y auditiva, presencia de tumores, duermen la mayor parte del tiempo, la agilidad y fortaleza de animales incansables va menguando con el paso de los años. Recuerdo que en una ocasión me comentaba Sofía: ?papá, ojalá que nunca se muriera ?Blancanieves? y sería injusto que otro perrito ocupara su lugar?, le expliqué que algún día todos teníamos qué morir, y solamente me contestó: ?¿Aunque nos portemos bien??.
?Blancanieves? como muchas mascotas se ha ganado un lugar muy importante e insustituible en la familia, por ende aquellos hogares donde las mascotas conviven con niños, se da una extraordinaria interrelación pues ya ocupaban un lugar en el hogar antes de que los hijos nacieran, de ahí el respeto y el gran amor que más que una mascota, los niños le ven como un ?hermanito? más.
?Blancanieves? prácticamente vio nacer a mi hija Sofía, sabe de la gran responsabilidad de cuidar y proteger a su pequeña ama, en varias ocasiones en que salía a jugar mi hija con una vecinita, ?Blancanieves? buscaba la forma de escapar empujando la puerta de la cochera de la casa y hacer guardia ladrando a todo intruso que se acercara, claro, sin llegar a agredir a nadie, como diciendo ?no pases por este lado de la acera que estoy cuidando a mi niña?.
Como todo en la vida existe un principio y un fin, hoy Sofía que cuenta con nueve años es quien cuida de ?Blancanieves? ahora que está enferma, siempre con la ayuda de Paquita, mi esposa, realmente es quien la ha procurado y ha estado al pendiente de sus cuidados en general durante estos catorce años de vida. Hace unos días empezó con una serie de enfermedades por consecuencia de algunos tumores, así como problemas de circulación sanguínea y otras complicaciones que se irán presentando conforme avanza su enfermedad. Tengo en mis manos el otorgar una vida de calidad a la mascota de mis hijos, el tener la difícil decisión de terminar con sus sufrimientos para siempre cuando lo juzgue conveniente, sólo espero que mis hijos comprendan sobre todo Sofía, que la vida tiene un ciclo y es hermosa mientras haya salud y conserven para siempre un bello recuerdo de una mascota que vivió intensamente feliz al lado de su familia.