No cabe duda que la frase ?El mejor amigo del hombre?, nuestros queridos perros se lo han ganado a pulso.
Existen dos amigos simpatiquísimos que se han ganado el afecto de quien los conoce, ?Chaparro y Bon?, ambos originarios de la calle.
?Chaparro? es un pequeño pero criollo, con una mezcla de razas siendo la más dominante la Welsh Corgi, la característica principal de esta raza es el gran parecido a una zorra, de unos cinco kilogramos de peso, inteligente, afectuoso y hasta bromista, es el jefe de la pandilla y ?Bon? que también es una mezcla de razas acentuándose más la Beagle, no pasa de los seis kilogramos y hace todo lo que dice ?Chaparro?.
Sus dueños una familia amante de los animales realmente con sentimientos nobles, antes de rescatar a estos dos pequeños pillos de la calle ya contaban con un par de mascotas, ?Tiger? un noble y enorme gato que es la adoración de la señora y ?Maple? un viejo y bonachón Cocker Spaniel de nueve años de edad. Dos veces al año nos llevaban a la clínica al par de mascotas para pensión, vacunas y estética, mientras sus dueños salen de vacaciones, hoy en día son cuatro los animales que nos dejan para sus cuidados con un cargamento surtido de alimentos, especialmente para ?Tiger?, que en broma se quejaba el dueño de ellos, ?cuando el gato de mi señora llega y le pide de comer a las cuatro de la mañana ella se levanta y lo consciente, en cambio a mí ni siquiera me abre la puerta cuando llego tarde a la casa?.
?Chaparro? es un perrito muy especial, muy amiguero, fue el primero que llegó a la casa y realmente él adoptó a la familia, en un inicio diariamente llegaba a comer él solo, en ocasiones tardaba días en regresar a casa, al principio llevó un invitado a quien también adoptaron, desafortunadamente tenía un problema crónico-respiratorio y falleció, no sin antes hacer todo lo posible sus nuevos dueños para salvarlo.
?Bon? es el nuevo amigo de ?Chaparro?, también fue invitado a comer un día y se quedó, ahora ambos gozan de los cuidados de esa generosa familia, que gracias a ello la raza que tenían escondida por el mal estado nutritivo, afloró con los magníficos cuidados de sus benefactores.
Seguido nos visitan a la clínica, siempre andan juntos, son inconfundibles, sus enormes pañuelos rojos que les colocamos en el cuello cuando vienen a baño es signo de orgullo para ellos, parece que lo disfrutan, en ocasiones la doctora que trabaja en la clínica les lleva a la casa de ellos en su auto, es toda una ceremonia verles acomodarse en el carro, primero se sube ?Bon? y se adueña del asiento del copiloto, luego al subirse ?Chaparro? que es el jefe, inmediatamente ?Bon? se pasa al asiento trasero como respetando las jerarquías, al dejarles en casa los tienen que encerrar de inmediato, pues de lo contrario siguen al auto durante enormes distancias ocasionando que la doctora se regrese para volverles a dejar en su casa adoptiva.
No se necesita saber de comportamiento animal para darse cuenta que realmente ellos disfrutan de la vida, que se encuentran agradecidos con quien los trata bien, y sobre todo el amor que tienen sus ?padres adoptivos? hacia esos seres indefensos que de seguro pasaron un verdadero infierno en las calles sufriendo hambre y vejaciones antes de ser rescatados.
Un verdadero reconocimiento a esa gente de enorme corazón que les da cobijo a esas criaturas que sólo esperan el momento de demostrar el porqué les llaman ?El mejor amigo del hombre?.
