Jamás me imaginé de la magnitud del problema que ha ocasionado la leptospirosis en cuestión de salud pública en México. Hace unos días en una de nuestras reuniones de la Asociación de Veterinarios dedicados a pequeñas especies, tuvimos una exposición magistral por el Dr. Óscar Velasco Castrejón, gran investigador en México sobre esta enfermedad que es considerada como la zoonosis (enfermedad transmisible de los animales al hombre) de mayor importancia en el mundo.
Lo que más me llamó la atención fue sobre el gran desconocimiento que existe en medicina humana sobre la leptospirosis crónica en el hombre, en clínicas, hospitales públicos y particulares no se tienen laboratorios ni personal que identifique esta enfermedad con certeza.
El Dr. Velasco es epidemiólogo en medicina humana, ha estrechado una conexión muy importante con los médicos veterinarios precisamente por la interrelación que existe con este enfermedad, comentaba que nosotros estamos conscientes de la enfermedad en comparación con sus colegas y por lo tanto aplicamos vacunas a nuestros pacientes, detectamos la enfermedad y damos el tratamiento porque sabemos que es una enfermedad de gran prevalencia en nuestro país. Lamentablemente no existen en México estudios actuales sobre leptospirosis crónica en el hombre que apoyen los trabajos que ha desarrollado el Dr. Velasco, cientos de pacientes que han llegado a sus manos desahuciados de diferentes hospitales del país y los ha detectado con leptospira, la mayoría ha salido de su gravedad gracias al diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.
La leptospirosis es una enfermedad trasmisible que afecta a los animales domésticos, a fauna nociva como ratas y al hombre. Es una enfermedad que está presente en todo el mundo, con mayor incidencia en los países pobres. Es ocasionada por una bacteria del género leptospira.
Nos comentaba el Dr. Velasco que la enfermedad en el hombre se manifiesta en forma aguda y crónica. La forma aguda es poco frecuente y se caracteriza por fiebre elevada, ictericia (color amarillo de la piel y mucosas), postración, pérdida de peso, problemas renales, hepáticos, digestivos y pulmonares. La forma crónica, mucho más común y se remonta a dos o más años de antigüedad en el organismo. En las primeras etapas el malestar es general, dolor de cabeza, diarrea periódica con dolor abdominal, problemas oculares como visión borrosa y ojos enrojecidos, dolor en músculos y articulaciones de la columna, hombros, piernas y brazos, dolor de hígado, riñón, páncreas y particularmente fatiga crónica y somnolencia. En los últimos estudios de la enfermedad se pueden presentar problemas del sistema nervioso, urinario, digestivo, respiratorio y cardiovascular. Existe una gran similitud de signos de la enfermedad en el hombre y en el perro.
¿Cómo se transmite la leptospirosis entre los animales y el hombre? Ambos contaminan con sus desechos (heces y orina) el agua de ríos, lagos, albercas, charcos, etc., donde los animales y el hombre se infectan al exponerse al bañarse o beber esta agua. Además los alimentos que se expenden en mercados y almacenes, pueden ser contaminados por esta agua o por orina de ratas. A nivel doméstico, el perro infectado por leptospira es la fuente más común de infección.
El hombre desde que tiene uso de razón ha convivido con esta enfermedad y muchas otras más, no es motivo para alarmarse ni mucho menos deshacerse de su mascota, al contrario, extremar las precauciones con una buena higiene y alimentación, continuar con sus visitas periódicas al veterinario para la aplicación de vacunas y control de enfermedades.
Un reconocimiento al Dr. Óscar Velasco por la gran exposición y dominio sobre el tema y sobre todo por su sencillez y convicción de sus investigaciones, y mayor mérito cuando rema contra la corriente, y especialmente agradecer al laboratorio Per Guard por traer este nivel de expositores y estar a la vanguardia en el país por la salud de sus mascotas.
